He dejado que estas reflexiones durmieran el sueño de los justos por respeto a la FP, recién llegado de los Spainskills no me pareció lo más oportuno pues era el momento de disfrutar del enorme trabajo realizado por toda la expedición ceutí y muy significativamente por los medallistas; poco después se celebraba la Feria de FP en las “murallas” y tampoco era de recibo quitar ni un ápice de protagonismo a tal evento y por último hace unos días tuvo lugar un encuentro con la directora del MEFP y las asesoras técnicas de FP para realizar una puesta en común sobre estos campeonatos con el objetivo de mejorar. Concluidos estos eventos, creo que, ha llegado el momento de aportar mi granito de estaño (por eso de la fontanería) al “idílico” universo Spainskills.
0,29875 son los puntos que le faltaron a Abdelaziz para ser Bronce, mi opinión es que debió incluso estar más arriba, pero en cualquier caso centrémonos en esas 29875 cienmilésimas. ¡Con dos huevos …fritos!
Llevo muchos años callado a pesar de lo que algunos opinen. Estos Spainskills obligan a Ceuta, también a Melilla, a competir SIEMPRE, SIEMPRE en inferioridad de condiciones con respecto al resto de Comunidades Autónomas, en especial con “las grandes”: Catalunya, Madrid, País Vasco, etc, pero en INFERIORIDAD con mayúsculas. Por eso tienen más valor, aún si cabe, las medallas obtenidas por Mohamed Abdeselam (Plata) y Alejandro Santos (Bronce). La competición de Mohamed la seguí de forma muy cercana y sin ser especialista en Panadería mi sensación es que mereció un metal aúreo y estoy bastante seguro de que Alejandro también mereció más. Pero voy a continuar con lo iniciado, y me centraré en esas 29875 cienmilésimas que separaron al alumno del Siete Colinas de estar en el pódium. Parece evidente que el nivel fue excepcional cuando las puntuaciones tienen que ser medidas hasta las cienmilésimas, aunque tal vez haya otra explicación: ¿hay que llegar a la cienmilésima para crear un trampantojo de justa evaluación? O dicho de otra forma: ¿hay que llegar hasta las cienmilésimas para que Ceuta no obtenga medalla? Dígame por favor en una instalación de fontanería y calefacción de una vivienda ¿cómo diferenciamos si un fontanero lo ha hecho 29875 cienmilésimas mejor que otro? Hay que poner mucha, pero mucha voluntad para obtener este tipo de diferencias. ¿Buena o mala voluntad? Antes de que alguien pueda pensar que mis palabras son un tanto subjetivas he de indicar que en estos Spainskills he pasado por todas las posiciones posibles: tutor (entrenador del alumno), presidente del jurado (máximo responsable de la competición), asesor (responsable entre administraciones y equipos de competición) y en una ocasión por circunstancias del destino me tocó ser el máximo responsable de dos competiciones a la vez (cosa que creo no ha ocurrido nunca en unos Spainskills), fui abanderado del Ministerio de Educación (donde por parte de algunos representantes de comunidades concretas se pitó y abucheó a la bandera española) y …tantas otras cosas en este mundillo de los Spainskills.
Como norma general los alumnos del Siete Colinas participantes en este tipo de competiciones comienzan a prepararlas meses antes, sacando tiempo de su tiempo libre para entrenar, al igual que el profesorado. Eso ha permitido a este instituto ir a competir todos los años, este incluido, a gran nivel. Veintinueve mil ochocientas setenta y cinco cienmilésimas así lo atestiguan. Eso y los dos bronces y una plata de ediciones anteriores.
En esta ocasión en concreto una de las herramientas específicas para uno de los días de competición llegó un par de semanas antes de partir para Madrid y gracias al gran sacrifico de Abdelaziz en pocos días, de intenso trabajo y hora tras hora, consiguió hacerse con su funcionamiento. Algún otro año nos llegó el material a Ceuta cuando ya estábamos compitiendo en Madrid ¡sin él, obviamente!
Quiero insistir en que lo único que buscan estas letras es poner en valor el enorme mérito de cada alumno y alumna de cada especialidad que desde Ceuta va a “dar la cara” por el Ministerio de Educación y Formación Profesional. Ese mismo Ministerio que en su ámbito de gestión directa, directísima, solo tiene a Ceuta y Melilla. ¡Y que nadie se confunda, hablo del Ministerio no de la Dirección Provincial! Pues he de reconocer que se nota la mano de Yolanda también en este tema. La sensibilidad y diligencia con la que se ha llevado el tema “Spainskills” ha sido muy superior al de anteriores ocasiones. No obstante, como explico en el presente artículo, queda trabajo por hacer y éste debe centrarse en la mayor autonomía posible de esta Dirección Provincial con respecto al Ministerio de Educación para el que Ceuta no parece ser más que cifras que interpretar y dinero que ahorrarse. Mal asunto al hablar de educación pública y ¡más en Ceuta que necesita del máximo apoyo, reconocimiento y conocimiento por parte del Ministerio de Educación y Formación Profesional! Ojalá la distancia del Ministerio de Educación y Formación Profesional con respecto a las necesidades de la Ciudad Autónoma de Ceuta se midiesen en cienmilésimas pero me temo que lo hacen en kilómetros. Los mismos que separan los despachos de quienes en el Ministerio toman las decisiones, en base a estadísticas, de la realidad de cada niño y niña ceutí que se sienta cada día frente a su pupitre acompañado de un o una abnegada docente. Para más inri quienes toman las decisiones en Madrid suelen ser de Aragón, Castilla-La Mancha, Madrid, etc (ellos y sus equipos) gente muy “apegada a nuestra tierra” y “gran conocedora” de estos territorios norteafricanos profundamente europeístas.