La crisis migratoria ocurrió específicamente del 17 al 19 de mayo. Durante ese período, según fuentes de la Delegación del Gobierno, se estima que más de 12.000 personas migrantes, en su mayoría procedentes de Marruecos, cruzaron la frontera de Benzú y el Tarajal y llegaron a la Ciudad Autónoma de Ceuta
La situación era tan crítica que el gobierno de la nación ordenó el despliegue del ejército en la playa de Tarajal como respuesta a la crisis migratoria España tomó esta medida para tratar de frenar la entrada de más migrantes a través de la frontera.
El despliegue de la Legión y de las Fuerzas Regulares implicó la presencia de soldados y vehículos blindados militares para reforzar la seguridad y controlar la situación en la zona fronteriza. El objetivo principal era impedir que más personas cruzaran a Ceuta y garantizar la seguridad de los migrantes y los residentes locales con el propósito de restaurar el control en la frontera.
Además del despliegue militar, se tomaron otras medidas como el refuerzo de la presencia policial y la agilización de los procesos de devolución de los migrantes que no tenían derecho a permanecer en España.
La crisis migratoria en Ceuta en mayo de 2021 generó un debate a nivel nacional e internacional sobre la gestión de la migración y la colaboración entre España y Marruecos. Posteriormente, ambos países trabajaron para buscar soluciones a largo plazo y evitar futuras crisis similares.
Los acontecimientos acaecidos en Ceuta durante los tres días que duró esta situación excepcional generaron una gran tensión entre España y Marruecos. Las autoridades marroquíes habían relajado los controles fronterizos, permitiendo que un gran número de personas cruzaran a territorio español. Se estima que alrededor de 12,000 personas, incluidos muchos menores de edad, lograron entrar a Ceuta en ese breve periodo de tiempo.
Esta situación produjo una crisis humanitaria de tal magnitud que las infraestructuras y servicios en Ceuta se vieron desbordados. Las autoridades españolas se vieron obligadas a implementar medidas de emergencia para atender a los migrantes, incluyendo su alojamiento temporal en instalaciones deportivas y en naves industriales del polígono del Tarajal.
El incidente causó tensiones diplomáticas entre España y Marruecos, ya que se interpretó como una forma de presión política y como una represalia por la hospitalización en España del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali. Ambos países posteriormente buscaron resolver la crisis y restablecer las relaciones bilaterales.
Un año desde la reapertura de la frontera de Ceuta
La fecha del 17 de mayo también será recordada porqué a las 0:00 horas, la frontera entre España y el país vecino se reabría para el paso de personas y vehículos después del cierre decretado por Marruecos el 12 de marzo de 2020, debido a la pandemia provocada por el virus de la COVID-19. El cierre, que Marruecos anunció con solo unas horas de antelación, provocó que miles de personas se vieran aisladas en ambos lados de la frontera y no pudieran volver a sus hogares. También en Ceuta se estableció un protocolo para acoger a cientos de esas personas nacionales de Marruecos, que las autoridades marroquíes no permitieron regresar al país vecino con la excusa de evitar contagios al otro lado de la frontera.
El gobierno español a través de la Delegación del Gobierno trabajó para que sus homólogos marroquíes abrieran un pasillo humanitario que permitiera la vuelta de, sobre todo, personas trabajadoras transfronterizas que ejercían sus labores en la Ciudad de Ceuta. Tres de esos pasillos permitieron la repatriación de cientos de personas hacia Marruecos.