Delia Servin viajó de Paraguay a Madrid en 2006. Un año después fue privada de su libertad al ser retenida durante unos días en el Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Aluche.
Una violencia que se suma a las que vivió en su partida, viaje y llegada a España, y que forma parte de una larga carrera de obstáculos de distintas formas, que se multiplican y se reproducen. Ser despedida del trabajo y no poder denunciarlo, no poder transitar con tranquilidad por la calle, las redadas racistas, o ser encerrada sin haber cometido ningún delito, son solo algunas de las situaciones a las que se ha tenido que sobreponer.