Todo lo veía en color negro, no tenía ilusión.
Su vida era un martirio, su corazón se secó.
Había entregado veinte años a aquel amor.
A cambio solo recibió: vejaciones, Insultos y dolor.
No lo dejo por mis hijos, era su justificación.
Una mañana su hijo, la despertó:
¡No te excuses en nosotros, no nos haces ningún favor!
¡Viviríamos mucho mejor lejos de tanto dolor!
Aquellas tristes palabras se clavaron en su corazón.
Despierta mujer, despierta, termina con tanto dolor.
Al fin se abrieron sus ojos, despertó su corazón.
Empieza una nueva vida, con esperanza e ilusión.
Con solo un portazo lo abandonó.
Al fin todo acabó.
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Su vida era un martirio, su corazón se secó.
Había entregado veinte años a aquel amor.
A cambio solo recibió: vejaciones, Insultos y dolor.
No lo dejo por mis hijos, era su justificación.
Una mañana su hijo, la despertó:
¡No te excuses en nosotros, no nos haces ningún favor!
¡Viviríamos mucho mejor lejos de tanto dolor!
Aquellas tristes palabras se clavaron en su corazón.
Despierta mujer, despierta, termina con tanto dolor.
Al fin se abrieron sus ojos, despertó su corazón.
Empieza una nueva vida, con esperanza e ilusión.
Con solo un portazo lo abandonó.
Al fin todo acabó.
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