Que las mujeres no somos objetos, no nos ponemos bonitas para nadie, no buscamos la aprobación de nadie, tenemos miedo cuando nos persiguen con la mirada, cuando nos tocan el culo en la barra de cualquier bar, cuando salimos de casa y no sabemos si vamos a volver a llegar. ¿Lo has entendido?
Pues no vuelvas a gritarme por la calle lo guapa que estoy, no me mires fijamente porque me estás intimidando, no me toques cuando no te he dado permiso. Respétame, que en ti está que pueda salir a la calle y esta vez pueda dejar el miedo en casa.