Mi nombre es Isabel. Soy psicóloga, trabajo en FAMUVI, la Federación de Asociaciones de Víctimas de violencia Sexual y me encargo del área de sensibilización, prevención y formación.
La violencia sexual es un tipo de violencia de género. Los agresores no son locos, no son personas incapaces de contener su deseo sexual… esto vuelve a ser un asunto de diferencia de poder, sustentado por el sistema patriarcal, donde el hombre se ve legitimado para ejercer violencia sobre la mujer, simplemente porque “puede” hacerlo.
Cuánta falta hace la prevención y la sensibilización, donde dotamos a las personas de conocimiento sobre unos hechos como son el abuso, el acoso sexual, etc. Constantemente silenciados, mitificados. La víctima sigue siendo culpabilizada por parte de su entorno familiar y social, desde agentes sociales, y lo que es peor, desde el sistema judicial.
El conocimiento es poder, es necesario dotar a la sociedad de conocimientos, de herramientas para identificar los delitos sexuales, desmitificarlos y proteger a las víctimas, que son más del 90% mujeres. Mujeres que denuncian menos de un 50% de los casos. ¿Por qué? POR LA TEMIDA VICTIMIZACIÓN SECUNDARIA, el miedo atroz a no ser creídas, a ser ellas las juzgadas.
Cada vez se invierte menos en prevención, en informar de los tipos de violencias. Porque así nos quieren, víctimas e ignorantes. La sensibilización hace que desciendan las agresiones, cambia nuestra visión sobre éstas y hace que el trato a las víctimas sea el adecuado. Mejoraría el sistema policial y judicial, los medios informarían de manera adecuada, los agresores no se verían protegidos por estos mitos.
La información veraz cambia sociedades… ya lo decían nuestras sabias abuelas MÁS VALE PREVENIR QUE CURAR.
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