Según el informe ‘Monitoreo del Derecho a la Vida 2020’ de la ONG Caminando Fronteras, 26 personas han muerto en el Estrecho este año, 22 de los cuerpos siguen desaparecidos
Más de 2.000 personas, concretamente 2.170, han perdido la vida en las rutas de acceso a España durante este año 2020, que ha sido especialmente duro en materia migratoria, dada la situación económica y sanitaria y la crisis por la que atraviesa el mundo. Estos son datos aportados por el ‘Monitoreo del Derecho a la Vida 2020‘, realizado por la ONG ‘Cruzando Fronteras‘, que afirma que «El enfoque del control migratorio por encima del derecho a la vida se ha visto reflejado en el desmantelamiento, la precariedad de los diferentes servicios de salvamento y la falta de coordinación entre ellos» y culpa, en muchos casos, a la lentitud de los rescates de haber provocado «muertes evitables».
Durante este año, la mayor presión migratoria se ha dado en Canarias, donde también se han producido las mayores tragedias. Un total de 1.851 personas han muerto en 45 naufragios intentando llegar a las islas, según los datos del estudio, que refleja también que los fallecimientos en el mar han aumentado un 145% este año, frente al aumento de tan solo un 28,7% de las llegadas.
En la ruta del Estrecho han muerto un total de 26 personas, en 7 naufragios. De estas 26 personas, únicamente 4 cuerpos han sido encontrados, el resto siguen desaparecidos, como lo están el 95,8% de las personas que pierden la vida en el mar, según Caminando Fronteras.
Además de estos fallecimientos, otras 48 personas en la ruta de Alborán y 228 en la de Argelia, también han muerto este año.
Todas estas personas proceden de un total de 15 países, entre los que figuran Marruecos, Argelia, Mauritania, Senegal, Guinea Conakry Guinea Bissau, Costa de Marfil, Camerún, Nigeria, República Democrática del Congo, Islas Comores, Siria, Bangladesh y Sri Lanka. En muchos casos, además, las familias de las víctimas ni siquiera han podido confirmar sus muertes.