A raíz de la aparatosa caída sufrida recientemente, que ha costado a una joven ceutí desperfectos dentales y rotura de mandíbula, amen de otras consecuencias colaterales, Ciudadanos emite un comunicado en el que critica las losetas del Paseo del Revellín y adyacentes. Por causa de su superficie deslizante se siguen sucediendo siniestros que se intensifican los días lluviosos. Los resbalones y caídas en nuestra ciudad forman una lista que a entender del partido, «ya es excesivamente larga». Los grandes perjudicados de las caídas son, a su juicio «vecinos y ciudadanos que merecen, como tales, respeto y consideración».
Critican el «anuncio de aplazamiento de una solución del Gobierno, que lleva prometiendo toda la legislatura la sustitución de las losetas» cargadas de polémica.
Anuncio que suena a «nueva promesa vacía, con unas elecciones de por medio». Creen que «la falta de solución para un problema tan repetido pone de manifiesto el desinterés de los responsables» y no pertenece al orden del día «de sus prioridades subsanarlo». A Ciudadanos las soluciones encontradas le parecen parches y opinan que el Gobierno está jugando al «método de prueba–error».
Ciudadanos describe el siguiente escenario de lo que acontece al respecto «la Ciudad no quiere ser consciente de la gravedad de la situación. Muchos son los ciudadanos que se caen, pero son muchos más los que tienen miedo a que les suceda y terminan encerrados en sus casas sin querer siquiera salir a la calle».
Después de encomendarse en marzo a Tragsa por 73.000 euros la redacción del proyecto de sustitución parcial del pavimento, el Gobierno aplaza y condiciona el inicio de cualquier obra encaminada a solucionar los resbalones a la conclusión de las de Gran Vía.
«La indiferencia del Gobierno del PP» manifiestan desde Ciudadanos, «hace que se condene al accidentado a un nuevo padecimiento, el de la reclamación de los daños en una larga tramitación administrativa». Así se les genera otro perjuicio que se suma a las consecuencias de la caída porque «el que los ha sufrido, tendrá que hacer frente a gastos de abogado y procurador y a un contencioso-administrativo esperando que la justicia le dé la razón».
Mientras, la Ciudad sigue recibiendo demanda tras demanda de indemnización por lesiones producidas por caídas con unos gastos que ya suman 400.000 euros que también terminan «pagando los ciudadanos». Perjuicios para todos y perspectivas no demasiado halagüeñas.