En un momento de alta tensión política, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha afirmado este martes en el Congreso que no tiene intención de abandonar su cargo pese a haberlo considerado. “No tiraré la toalla. Vamos a continuar”, declaró durante el debate parlamentario centrado en la corrupción.
Sánchez reconoció que la presión reciente le llevó a plantearse dejar la Presidencia, pero aseguró que su compromiso con los ciudadanos y con la regeneración democrática es más fuerte. En respuesta al contexto político y mediático, anunció la puesta en marcha de un plan nacional de lucha contra la corrupción que incluye 15 medidas concretas.
El jefe del Ejecutivo no detalló en el pleno el contenido íntegro del plan, aunque fuentes gubernamentales apuntan a que contempla reformas legislativas, refuerzo de mecanismos de control institucional y una mayor transparencia en la financiación de los partidos.
La iniciativa busca marcar un punto de inflexión en la lucha contra las malas prácticas, en un momento en que varios escándalos han vuelto a poner el foco en la ética política y la rendición de cuentas.
