El debate sobre la cesión de competencias en inmigración a la Generalitat ha desatado un tenso enfrentamiento político. Carles Puigdemont y la líder de Podemos, Ione Belarra, intercambiaron duras críticas tras conocerse algunos puntos del pacto entre el PSOE y Junts que contemplan una posible transferencia de gestión en esta materia.
Belarra denunció que, de avanzar en esa dirección, los Mossos d’Esquadra podrían llegar a realizar “redadas racistas”, comparando su eventual actuación con la de la Policía Nacional en determinadas operaciones migratorias. Estas declaraciones generaron una rápida respuesta por parte de Puigdemont, quien defendió el papel del cuerpo autonómico y calificó las acusaciones como ofensivas e injustificadas.
Salvador Illa, líder del PSC, salió en defensa de los Mossos, destacando su profesionalidad y asegurando que no se puede poner en duda su labor con este tipo de afirmaciones.
Uno de los puntos clave del acuerdo PSOE-Junts establece que Cataluña no tendrá la capacidad de imponer requisitos unilaterales para la concesión de permisos ni para la devolución de inmigrantes, limitando así el alcance real de la transferencia de competencias. Aun así, el simple hecho de incluir esta posibilidad ha avivado las tensiones entre formaciones independentistas y partidos estatales de izquierda.
