El Juzgado de Instrucción número 5 ha decretado el ingreso en prisión provisional de los tres detenidos por el secuestro de Benitez ocurrido el pasado viernes, y ha decretado el secreto de sumario del caso, ya que la investigación por parte de la Policía continua abierta y no se descartan más detenciones
El juez ha decretado el secreto de sumario de uno de los casos más sonados de los últimos meses en Ceuta, tras enviar a prisión provisional a los tres sicarios procedentes de Bélgica y Francia que consiguieron secuestrar a un joven ceutí de 27 años e introducirlo en el maletero de un coche previamente alquilado en Puerto Banús, tras pegarle con dos piedras de 20 centímetros y producirle diversas heridas de consideración que requirieron la hospitalización de la víctima. Los detenidos estaban acusados, al menos de los delitos de delitos de detención ilegal del joven, atentado y lesiones contra los agentes de la autoridad.
Además, el incidente fue tan violento que acabó con tres detenidos y al menos un huido, tras el forcejeo entre uno de ellos con un agente que tuvo que disparar su arma al aire y el atropello de dos policías.
Así fueron los hechos
Los tres detenidos -y los colaboradores de estos, que continuan escondidos-, habrían localizado a la víctima en una cafetería cercana a la Estación Marítima, “marcando al objetivo” y siguiéndolo hasta las inmediaciones de la urbanización Regajo donde le habrían golpeado en el rostro y en otras partes del cuerpo con dos piedras de unos 20 centímetros, que se encontraron luego, llenas de sangre, en el interior de uno de los dos vehículos implicados. Tras la paliza consiguieron reducir al joven ceutí y meterlo en el maletero del coche.
La alerta a la Policía fue dada a través del 091 tras una llamada, supuestamente realizada por el hermano de la víctima, en la que se denunciaba que se estaba produciendo un secuestro, aunque una patrulla ya habría sospechado del Golf negro cuando estaba en las inmediaciones del puerto.
Una vez en el lugar de los hechos, el grupo de secuestradores montados en el Golf, con la víctima ya en el maletero, embistieron contra el furgón de la Policía quedando el coche de los sicarios bloqueado entre la acera y el furgón de la UPR. Mientras los agentes de la policía requerían a los tres secuestradores que abandonaran el vehículo apareció un BMW de color gris que intentó atropellar a los agentes, hiriendo a uno de ellos y propiciando que uno de los secuestradores consiguiese escapar. Fue durante estos momentos de tensión y violencia por parte del grupo de delincuentes, cuando el joven secuestrado salió del maletero del coche pidiendo ayuda con grandes signos de violencia y gritando que querían matarle.
La violencia empleada por los secuestradores no finalizó ahí, con un policía y el joven secuestrado heridos, el copiloto intentó arrebatarle el arma a uno de los agentes que le estaba requiriendo su salida del coche para proceder a su detención, tras un fuerte forcejeo entre la policía y el delincuente en el que hubo hasta tres disparos al aire, los agentes consiguieron reducirle.
Mientras estos hechos se desarrollaban, el segundo vehículo implicado, el BMW de color gris, embistió contra otro coche de la Policía que se estaba desplazando hasta el lugar de los hechos y volvió a atropellar a otro agente de policía causándole daños en diferentes partes del cuerpo. Finalmente, los agentes consiguieron interceptar y detener al conductor del BMW, que mostró, al igual que el resto de implicados, gran agresividad y una violencia desproporcionada.
En el interior del Golf de color negro, los agentes encontraron dos bolsos de marca, varios teléfonos y dos relojes de alta gama, una tarjeta de prepago, las llaves de una moto, gorras, pasamontañas, bragas para el cuello y guantes, todos de color negro, y casi 6.000 euros en efectivo.
La Policía Nacional mantiene abierta la investigación, y buscan al cuarto secuestrador -que viajaban en el Golf negro y que escapó- y a los colaboradores de estos en la ciudad autónoma, no se descartan nuevas detenciones.