El acusado ha negado su participación en los hechos mientras que «Maruja’ dijo no recordar lo ocurrido ni reconoció al acusado como la persona que le apuñaló en el abdomen. Fiscalía ha apuntado a la posibilidad de que la víctima haya sido amenazada o le han pagado por modificar su acusación inicial. La Sala de la Sección VI de la Audiencia Provincial ha dictado sentencia absolutoria ‘in voce’ y ha puesto en libertad al acusado
La Sección VI de la Audiencia Provincial en Ceuta ha dictado sentencia absolutoria ‘in voce’ y ha puesto en libertad al acusado, que responde a las iniciales de J-B.B., de un delito de homicidio en grado de tentativa del artículo 138 y 62 del Código Penal, por el supuesto apuñalamiento a Hamza ‘Maruja’, jugador del AD Ceuta, ocurrido en el Príncipe el pasado 22 de enero de 2019. Además, se ha ordenado deducir testimonio contra Hamza ‘Maruja’ por un supuesto delito de falso testimonio o denuncia falsa o cualquier otro ilícito que haya podido cometer.
El Ministerio Fiscal solicitaba 10 años de prisión, inhabilitación especial del derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena, la prohibición de contactar o comunicarse con la víctima y aproximarse a la misma a distancia inferior a 50 metros durante 10 años superior al de la pena de prisión impuesta en la sentencia y abono de las costas.
Además la Fiscalía solicitaba que el acusado indemnizará a Hamza ‘Maruja’ en la cantidad de 2.110 euros por los días que tardó en sanar de las lesiones sufridas y en la cantidad de 12.000 euros por las secuelas, con aplicación de lo dispuesto en el artículo 576 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal sobre los intereses de demora.
El acusado, que se acogió a su derecho a no responder a las preguntas de la Fiscalía, sí contestó al abogado defensor para negar todos los hechos de los que se le acusaba. J.B.B. negó haber tenido ningún problema o pelea con la víctima, ser responsable de haberle agredido con un cuchillo de grandes dimensiones punzantes o provocarle cualquier tipo de lesión.
Una declaración que parece coincidir con la de la víctima quien, durante la vista oral, defendió no recordar nada de los hechos acaecidos el 22 de enero de 2019 cuando fue acuchillado en el abdomen mientras se encontraba en el zoco del Príncipe y no recordar la acusación que realizó un día más tarde ante la Policía Nacional.
Posibles amenazas o pago para cambiar la versión de la víctima
Maruja señaló al acusado como a alguien que conoce «del barrio», aunque no lo ha reconocido como la persona que le apuñaló en el zoco. Pese a las reiteradas e insistentes interpelaciones del fiscal sobre los hechos, la víctima se mantiene en su declaración de no recordar absolutamente nada de lo ocurrido y no haber reconocido a la persona que le apuñaló, argumentando «estar muy sedado».
Estas manifestaciones se oponen a las declaraciones que el agredido efectuó ante la Policía sólo un día después del ataque y en las que aseguró que «tiene problemas con un joven de 22 años. Se lo encuentra en el zoco y en un callejón tenemos una conversación para solucionarlos. Entonces J.B.B. se acerca a darme un abrazo y me da una puñalada en el abdomen».
Ante esta contradicción, las preguntas de la Fiscalía se centraron en conocer si le habían «amenazado o pagado para cambiar la versión», hecho que fue negado por Hamza, insistiendo de nuevo en que estaba «desmayado» por lo que no recordaba nada.
«Cuando llegamos al Hospital parecía que había perdido la conciencia»
El amigo de Hamza que lo trasladó al hospital ha referido que la víctima en ningún momento hizo referencia a que el acusado fuese responsable de los hechos. «Hamza entró a mi coche y me dijo que le habían apuñalado, durante el trayecto sólo repetía que se iba a morir. Estaba muy flojo y cuando llegamos al hospital parecía que había perdido la conciencia«.
Este testigo refiere que en el trayecto al hospital que duró unos «2 o 3 minutos para llegar al hospital» no le dijo nada sobre el autor. Refiere que la Policía Nacional le preguntó sobre el autor a lo que el testigo dijo que «no lo sabía», y le tomaron los datos para llamarle a declarar.
La versión de la Policía
El abogado defensor ha cargado contra la instrucción del caso, refiriendo que no se tomaron declaraciones a testigos de los hechos o con la familia sobre una posible relación previa entre el acusado y la víctima, ni se buscó el arma o la ropa que podría llevar el supuesto agresor y ha puesto en duda que la Policía hubiese podido conducir de cierta manera la declaración de la víctima.
El agente ha referido que lo importante era encontrar al autor de los hechos y que la víctima se encontraba en perfectas condiciones mentales para realizar la declaración, que se produjo en el hospital la mañana del día siguiente de la agresión.
El Fiscal ha insistido en preguntarle al agente sobre el estado mental de la víctima, que en su declaración ha asegurado que no se acordaba de nada, aseverando el agente que «estaba resentido y débil, pero mentalmente estaba consciente y hablaba bien» y refiere que «nos lo contó todo él, en esta declaración dejamos que él explicase, y él lo contaba y hacía gestos y relataba perfectamente cómo le asesto la puñalada, no titubea a la hora de hacer la declaración».
El agente ha explicado que había rumores de quien podría ser el autor, y que su imagen se introdujo entre las otras de posibles autores, siendo el propio Hamza el que señaló al acusado tras el reconocimiento de tres folios que recogía cinco fotografías de personas que se ajustaban a la descripción de los posibles autores.
Careo entre el agente y Hamza
Tras la declaración del agente, el Ministerio Fiscal solicitó un careo entre éste y la víctima para que cada uno de ellos manifestara su versión de los hechos. Este último se reafirmó en su declaración de que se encontraba «aturdido» y que si acusó a J.B.B. de haberle apuñalado fue porque así se lo habían trasladado algunos amigos y conocidos, a los que tampoco pudo identificar. Hamza ha seguido amparándose en que estaba desorientado, pese a haber transcurrido 13 horas desde la intervención quirúrgica a la que fue sometido.
El agente, por su parte, señaló que únicamente se había limitado a tomar declaración de lo que le indicó el agredido y que, en ningún momento, éste dijo que no recordara nada ni que se tratase de rumores o que alguien se lo había dicho previamente.
El padre de Hamza «no sabe si le han amenazado o pagado»
El padre de la víctima ha sido llamado a declarar y ha referido que su hijo no le dijo quién había sido el autor de la agresión, pero a preguntas de la Fiscalía sobre la posibilidad de que su hijo esté sometido a un chantaje, haya sido amenazado o alguien le haya pagado para que cambie su versión de lo ocurrido, este ha referido que lo desconoce.
Para la Fiscalía hay pruebas más que suficientes para condenarlo
En sus conclusiones finales la Fiscalía ha considerado que existen las pruebas suficientes para condenar al acusado por un delito de homicidio, máxime cuando la víctima le señaló pocas horas de ser intervenido para salvar su vida.
Su cambio de versión se debe, según ha apuntado el fiscal, a que Hamza ‘Maruja’ ha sido amenazado o le han pagado para que rectifique su declaración inicial y que permite sostener la imputación de una persona. Además, la huida de J.B.B. a Marruecos tras conocer que estaba en busca y captura por los hechos, sumado a que a su regreso a la ciudad fue reconocido por la Policía e intentó huir de nuevo en la propia frontera, son pruebas para determinar la culpabilidad del acusado.
Finalmente, el fiscal ha pedido que se deduzca testimonio de la víctima, ante la posibilidad de que haya cometido falso testimonio en la vista oral.
Pruebas de cargo «insuficientes» para la defensa
Por su parte, la defensa ha aludido a que las pruebas de cargo son «insuficientes» para mantener una sentencia acusatoria. Ha señalado que la declaración del testigo no se efectuó ante un juez y que no fue ratificada en la fase de instrucción. Ha vuelto a incidir en que no se ha encontrado el arma y que no se ha realizado ninguna investigación para encontrar la ropa o tomar declaraciones de testigos.
Además, el abogado defensor ha apuntado a que en el procedimiento ha existido un principio de contradicción ya que la defensa no pudo interrogar a la víctima en el hospital.