Ocho personas solicitantes de asilo de distintas nacionalidades de América Latina han dormido a las puertas del CETI de Melilla varios días, según ha denunciado la organización de defensa de los derechos humanos, Solidarity Wheels. Desde hace unas horas ya se encuentran en el recurso de la Administración
Los centros de estancia temporal de inmigrantes, CETI, son un recurso de la Administración Pública, concebido como dispositivo de primera acogida provisional y destinado a dar servicios y prestaciones sociales básicas al colectivo de inmigrantes y solicitantes de asilo que llegan a Ceuta o a Melilla, en tanto se realizan los trámites de identificación y chequeo médico previos a cualquier decisión sobre el recurso más adecuado en función de su situación administrativa en España.
Sin embargo, esta primera acogida no se ha prestado a ocho personas, entre las que se encontraba una niña de 4 años, de diferentes países de América Latina, hasta esta mañana, tras llevar varios días durmiendo a las puertas del CETI de la ciudad hermana de Melilla, según ha denunciado la organización Solidarity Wheels.
La organización asegura que la «discriminación» por nacionalidad que impide el acceso al Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de Melilla «ya no solo afecta a las personas de nacionalidad marroquí», ya que hasta 17 personas de distintas nacionalidades, concretamente Colombia, Brasil, Venezuela y Perú, entre ellas una menor de 4 años, que han llegado entre el viernes 8 y el martes 12 de septiembre a Melilla, «llevan desde entonces en las puertas del CETI, después de haber manifestado su voluntad de solicitar protección internacional, esperando ser acogidas».
Solidarity explica que «durante la tarde esperaron bajo el sol», fueron atendidas por varias entidades en el suelo, «ante la falta de sillas o mesas». Según relata la organización finalmente las 17 personas fueron entrevistadas por trabajadoras del CETI, comunicándoles que «el director del centro había contactado con Madrid para solicitar su ingreso». Sin embargo, no fue hasta las 19:30 horas de este martes cuando se dio acceso a nueve de las personas del grupo, junto a otra pareja que se unió después, «quedando aún en calle ocho personas, de las cuales 3 son mujeres una de ellas sufriendo de artrosis y un joven de 21 años».
La realidad es que la saturación y la imposibilidad de conseguir citas para la presentación de la solicitud de protección internacional en el resto del Estado español está obligando a las personas a buscar alternativas para acceder a este derecho, como ya pasó hace unos meses en Ceuta, cuando varias personas quedaron bloqueadas, tal y como ya informamos en El Periódico de Ceuta.
Desde la entidad denuncian también que a pesar de la existencia de plazas libres -a día de hoy hay 40 personas, mientras que la capacidad del centro de más de 700-, «hay aproximadamente 50 jóvenes marroquíes solicitantes de protección internacional en situación de calle. A estos se les añaden las personas que llegan desde la península sin recursos económicos, las cuales en la mayoría de los casos quedan en riesgo de encontrarse en situación de calle. Entre ellas, 8 personas que pasan la noche frente al centro con frío y posibilidad de lluvia, con mantas, sillas y esterillas aportadas por entidades y personas ajenas al CETI».
«La falta de cumplimiento de la legislación y la inexistencia de protocolos transparentes que regulen el acceso de las personas a estos dos centros únicos en España, el de Ceuta y el de Melilla, implica una vulneración clara de los derechos de las personas que solicitan acceso. Se decide de forma arbitraria y en base a un supuesto criterio de Madrid opaco, qué personas pueden acceder. Ni siquiera el personal del CETI, quien ha acompañado a las personas solicitantes de forma atenta, conocen los criterios de acceso», denuncian.
Según Solidarity, esta «arbitrariedad» provoca que no se garantice el acceso de la población migrante de cualquier nacionalidad a alternativas habitacionales «dignas». Además afean la no existencia de un protocolo de admisión «transparente, donde estén establecidos los requisitos de acceso y especificidades de casos concretos; no se permite el acceso a personas en clara situación de riesgo y no se considera el sinhogarismo una condición de grave vulnerabilidad. Produciéndose, en definitiva, una vulneración de los derechos de las personas solicitantes de asilo».
Según ha informado la organización, las ocho personas han sido «por fin» acogidas en el centro durante esta mañana, aunque la Delegación del Gobierno de Melilla, asegura no tener constancia de la problemática ya que el CETI pertenece directamente al Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones y «no es gestión de la Delegación del Gobierno». En cuanto al Ministerio, todavía no ha dado explicaciones sobre lo ocurrido.