El 5 de junio es el Día Mundial del Medio Ambiente. Cruz Roja Juventud y Cruz Roja Española promueven el cuidado del medio ambiente durante todo el año, y han reducido en un 40% su huella de carbono
Con el lema ‘Acciones que van, gestos que vuelven’ Cruz Roja Juventud vuelve a poner de manifiesto su compromiso con el medio ambiente en el marco del 5 de junio, Día Mundial del Medio Ambiente. Conscientes de que de manera más o menos directa todas las acciones que realizamos en nuestro día a día tienen un impacto sobre el entorno, propone a la sociedad con su campaña incorporar nuevos hábitos que incluyan una repercusión positiva, como el reciclaje, la creación de huertos ecosociales, la reducción del consumo energético y el ahorro doméstico, o en general, la promoción de hábitos y conductas respetuosas con el medio ambiente, que incluyen la vigilancia en costas, ríos o parques nacionales, entre otros.
Todos estos proyectos no son novedad de Cruz Roja, ya que todos pertenecen a las diferentes áreas de conocimiento en las que se divide la Organización, no sólo mediante su área de Medio Ambiente, sino también implicados desde el ámbito de la Formación, la Cooperación Internacional o la Inclusión Social.
Con todo ello se busca reducir el impacto medioambiental, reducir la huella de carbono, luchar contra el cambio climático, y también conseguir la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
En esta misma línea, una de las actividades que se van a realizar de manera presencial y virtual en todo el territorio será la de ‘Lanza tu acción, recibe su gesto’, en la que cada persona deberá pensar en una de las acciones sostenible que puede realizar en su día a día y el gesto que le devuelve el planeta. Para ello, tendrán a su disposición un boomerang de cartón ecológico (y su versión digital) en el que podrán escribir estas acciones.
Esta misma filosofía va a llegar también a través de las redes sociales, donde se publicarán los consejos y ejemplos de acciones sostenibles, “como utilizar fuentes de energía renovables y usar aparatos con alta eficiencia energética, separar los residuos en casa para su correcto reciclado, el uso de bolsas de tela en la compra y la adquisición de productos de proximidad, o el desplazamiento en bicicleta o a pie”, todo ello, con el fin de reducir el efecto invernadero y el cambio climático, la consecución de un aire más limpio, el mantenimiento de océanos y bosques más limpios y ecosistemas sanos y sostenibles, o la reducción del número de vertederos e incineraciones, entre otros.
Para Cruz Roja y Cruz Roja Juventud “el planeta nos devuelve el efecto de todas las acciones que realizamos”, recuerda Rivarés, “como en la calidad del aire que respiramos, o en forma de biodiversidad, lo que tiene un impacto directo en nuestra salud y nuestra calidad de vida”.
Ante la situación de emergencia climática y ambiental que vive el mundo en la actualidad, donde cada vez más se producen desastres medioambientales y naturales, olas de calor y de frío, inundaciones extremas o sequías, se deben plantear soluciones urgentes desde lo individual y local, hasta lo colectivo y global. Las olas de calor del verano 2019 provocaron casi 3.500 muertes en Bélgica, Francia, Alemania, Italia, Países Bajos, España, Suiza y el Reino Unido. Así lo recoge el informe sobre Desastres Naturales de la Federación Internacional de la Cruz Roja. Durante los últimos 10 años, el 83% de los desastres desencadenados por amenazas naturales se debieron a fenómenos meteorológicos y climáticos extremos, y aproximadamente, 1 de cada siete 7 personas han sufrido directamente los efectos de la crisis climática durante los últimos 10 años, causando más de 410.000 muertes.
Compromiso con el medio ambiente
El año 2030 es la fecha marcada por la Federación Internacional de Cruz Roja y de la Media Luna Roja en su compromiso con las personas y el medio ambiente, facilitando la transición con medidas equitativas y solidarias: preparándose para afrontar los impactos del cambio climático, basando la economía en la neutralidad antes de 2030, creando empleo verde y de calidad en el mundo rural en sintonía con la repoblación rural, reforestando espacios naturales para compensar la huella de carbono, acompañando y ayudando a las personas en situación de pobreza energética y a todas, en general, para alcanzar una mayor eficiencia energética, y fomentando hábitos responsables y sostenibles con el planeta.
Reducir el consumo, evitar los envases de plástico, reciclar adecuadamente los residuos, reaprovechar los restos de comida sobrante, comprar productos de temporada en comercios de proximidad, reutilizar envases y utilizar el transporte público para contaminar lo menos posible son algunas de las claves que Cruz Roja propone para luchar contra el cambio climático.
España uno de los países más vulnerable a los efectos del cambio climático; los desastres naturales como Filomena, o las inundaciones por lluvias torrenciales son sólo nueva muestra, pero más de dos tercios de la superficie está en riesgo de desertificación, 8.000 kilómetros de costa están expuestos a la subida del nivel del mar, los huracanes llegarán a Canarias y la Península, la gota fría seguirá aumentando en el mediterráneo y la captura de peces caerá un 17% en los próximos 30 años.
Por todo ello, es necesario y urgente tomar medias que reviertan esta situación, e impida que se cumplan estas predicciones.
Cruz Roja, en su compromiso con las personas y el medio ambiente, es la primera organización social de España que mide y registra su huella de carbono; lo hace desde hace 3 años y ha establecido un plan de reducción de su producción del C02 que ya ha conseguido una disminución del 40% desde su puesta en marcha. La huella de carbono que no pueda eliminar, la compensa con la reforestación de espacios naturales, y desarrollando acciones con familias en situación de vulnerabilidad y pobreza energética. Éste es el fundamento de la estrategia +CO(mpesa)2, basada en la mitigación y adaptación dirigida a una transición ecológica justa.