Cada temporada con la cercanía de las Fiestas y el fin de año la Asociación de Salud Mental ACEFEP, saca a la calle dos mesas informativas. La otra coincide con el Día Internacional de la Discapacidad.
Nos lo cuenta Chari Gómez, técnico en Integración, que coordina el ocio y tiempo libre entre los usuarios. Dentro del programa despliegan varios talleres, entre los que destaca el artesanal donde se realizan motivos decorativos, inclusive por encargo, que pueden adquirirse en el stand del Revellín o en la sede de ACEFEP en la Plaza Rafael Gibert.
Una ayuda extra integrada en su sistema de autofinanciación, necesaria porque las subvenciones son justas y ACEFEP lleva a cabo varios programas como rehabilitación y no llega para todos, siendo el de ocio el que registra una mayor afluencia e interés entre los integrantes llegando a alcanzar los cuarenta alumnos en alguna ocasión.
La Técnico anima a los donantes a acercarse y participar. Valora a la vez «el respiro que supone para las familias talleres como los que desarrollan, que les reporta felicidad y la tranquilidad de saber que sus seres queridos están resguardados». Gómez explica que en el caso de las familias con algún familiar que padezca una enfermedad mental «nos reservamos mucho y sufrimos por ellos y por la sociedad, ya que tendemos a guardarnos cosas por las etiquetas que aun existen».
Gómez continúa argumentando que «aquí estamos entre iguales y eso es un desahogo». Recuerda que en ACEFEP han previsto «un día para que acudan los familiares, padres, hermanos, tíos, y enterarnos de cómo actuar y trabajar con ellos en casa» porque «no es lo mismo el centro, que la casa, nos sucede a todos, no todos actuamos igual según el entorno en que nos desenvolvamos». Por ello en ACEFEP se encargan de transmitir sus conocimientos, para aprender a actuar y saber como entender ante determinadas situaciones».
Más allá del factor de producción, de elaborar productos, artesanía o revistas en los distintos talleres, Gómez destaca la cantidad de habilidades con las que se trabaja en estos talleres, tales como «la concentración, la atención, las relaciones interpersonales, habilidades sociales, la creatividad y la motricidad». «Es muy bueno sentirse útil y valorado» insiste Gómez y en ACEFEP lo logran con creces.