El 6 del mes en curso, y mediante un escrito dirigido a la Consejería de Sanidad, Consumo y Gobernación y firmado por la secretaria general de la entidad, Marian Aretio Romero, la entidad reclama el establecimiento de controles que permitan identificar con claridad lo que es halal de lo que no lo es
“La diversidad religiosa no está siendo respetada por el mercado alimentario ni por quienes lo controlan, a pesar de su reconocimiento legal desde 1992”, apuntan en su escrito.
“La ausencia de la Ciudad en la identificación de este tipo de productos y servicios puede estar afectando a los derechos básicos de una población musulmana en clara indefensión ante aquellos importadores que no atienden un mínimo de rigor al señalar como halal lo que en muchas ocasiones no lo es. ACOHACE tiene constancia de la entrada en la ciudad de un gran número de productos que son comercializados como halal para los consumidores musulmanes y, sin embargo, adolecen de las garantías suficientes como para ser considerados como tales”, señalan desde la organización.
No a la superioridad del distintivo halal frente a productos análogos
“ACOHACE no pretende utilizar la defensa de lo halal en detrimento de productos análogos, o bien declarar en ninguna de las formas posibles que los alimentos “halal” son, desde el punto de vista nutricional, superiores o más saludables que otros alimentos. La intención única es fijar los principios básicos para que los musulmanes de Ceuta puedan tener una alimentación halal conforme a sus creencias y que la misma se regule adecuadamente a fin de impedir situaciones que puedan alterar y conculcar ese derecho”.
“La falta de normativa legal en España y en la UE ha favorecido la proliferación de certificaciones de productos ‘halal’ expedidas por empresas de claro signo mercantil, y que sin contar con una reflexión pormenorizada sobre las características de la producción alimentaria moderna, así como empujados por claros intereses comerciales, han llevado al mercado a una gran confusión y desconfianza entre los consumidores de credo musulmán”, añaden.
“Ceuta puede convertirse en la puerta de cambio y pionera en abanderar un nuevo espacio que favorezca una mejor compresión de lo que implica el universo halal en todas sus vertientes, no solo en el aspecto alimentario”, abundan en su escrito.
Registro de Importadores y Prestatarios de Servicios
“Proponemos el establecimiento de un Registro de Importadores de Productos y Prestatarios de Servicios Halal y una regulación debidamente formulada, medidas que contribuirán a mejorar las condiciones de los consumidores musulmanes y a preservar sus derechos, y hacer cumplir los requerimientos exigidos a la hora publicitar ofertas alimentarias, muchas veces claramente deficitarias en cuanto a su preparación, elaboración, transporte, almacenaje y puesta a disposición del consumidor”, exponen.
Y añaden: “La aprobación de la Ley de Acuerdo de cooperación entre el Estado con la Comisión Islámica de España, por el que se reconoce la dimensión espiritual y las particularidades específicas de la Ley islámica que sirven para distinguir los productos alimentarios elaborados de acuerdo a la misma con la denominación «halal´´ dejaba una puerta abierta a la Comisión Islámica de España para la protección del uso correcto de la denominación «halal´´, pero siempre –como no puede ser de otra manera- en el marco del Derecho de la Propiedad Industrial, y previa solicitud y registro de la marca correspondiente”.
“La marca obtenida habría permitido comercializar, importar y exportar estos productos con el distintivo en sus envases de la denominación Halal como garantía de haber sido elaborados con arreglo a la Ley Islámica. Sin embargo, transcurridos 30 años, la Comisión Islámica de España, CIE, no ha ejercido ninguna de esas funciones, manteniéndose a día de hoy la misma situación que antes de la firma del Acuerdo – tal vez a peor-, el cual está marcado de muy buenas intenciones, pero falto de un desarrollo reglamentario adecuado”, asegura ACOHACE.