El delegado sindical de CGT en esa empresa pública municipal ha solicitado la puesta en marcha del protocolo de acoso ante la situación de hostilidad en la que desarrolla su trabajo por el mero hecho de representar a esta Organización sindical.
Vaciado de funciones, tratos despectivos, expedientes infundados… son algunos de los indicios que han llevado a pedir protección frente al acoso mientras la empresa, a través de su gerente, reacciona nombrado un instructor y secretario que han tenido que ser recusados por los vínculos de amistad y relaciones personales con quienes practican el acoso en la empresa.
Quienes deben actuar frente a una situación de acoso laboral
deben ser personas cuya objetividad e imparcialidad no estén en entredicho, como es el caso,
conforme al art 8 del protocolo de acoso vigente en Amgevicesa.
La objetividad e imparcialidad requeridas para abordar el acoso que se practica contra el delegado de CGT desde altas instancias de la empresa, NO se garantiza tras designarse como instructor a un abogado que habitualmente viene defendiendo los intereses empresariales con suculentos dividendos obtenidos y como secretario a un miembro del comité de empresa de otra organización sindical, ambos mantienen vínculos públicos y notorios con quienes hostigan al delegado de CGT, además del posicionamiento claro de animadversión de quien en el seno del comité mantiene en ese órgano de representación de la empresa posturas absolutamente contrarias a las que sostiene CGT.
Desde CGT se ha solicitado al gerente de Amgevicesa que se nombre para instruir el protocolo de acoso abierto a personas ajenas, sin vínculos con la empresa ni con las personas que vienen practicando el acoso laboral hacia nuestro delegado sindical.