Alrededor de 130 millones de estudiantes han sufrido algún tipo de acoso, el cual se ha visto exacerbado por la expansión de las tecnologías digitales. Estas situaciones pueden llevar a un niño a quitarse la vida o puede producir efectos que se extienden a la edad adulta, por lo que es crucial que los Estados sean conscientes de su obligación de protegerlos
La ansiedad, la angustia emocional e incluso el suicidio infantil son algunas de las consecuencias perjudiciales del ciberacoso, y es necesario desarrollar mejores estrategias de prevención con la ayuda de las grandes tecnologías, según diferentes testimonios ofrecidos este miércoles durante una sesión del Consejo de Derechos Humanos.
De acuerdo con el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), 130 millones de estudiantes de todo el mundo sufren acoso, que se ha visto exacerbado por la expansión de las tecnologías digitales. De ellos, uno de cada tres estudiantes de entre 13 y 15 años es una víctima.
Riesgo de suicidio
Entre los testimonios que se escucharon en la sala del Consejo se encuentra el de Santa Rose Mary, una defensora de la infancia ugandesa de 15 años, quien afirmó que una vez que se ha compartido información personal o fotos íntimas en línea, «ni siquiera puedes dar la cara ante la comunidad si estás vivo, ni siquiera te atreves a contárselo a tus propios padres».
Advirtió de que estas situaciones pueden llevar a un niño a quitarse la vida si «siente que no es necesario en la comunidad».
La jefa Adjunta de Derechos Humanos de la ONU, Nada Al-Nashif, señaló que, según el Comité para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW), el ciberacoso afecta casi el doble a las niñas que a los niños.
Efectos de largo alcance
Al-Nashif citó un estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS), según el cual los niños que sufren acoso escolar tienen más probabilidades de faltar a clase, obtienen peores resultados en los exámenes y pueden padecer insomnio y dolores psicosomáticos.
Algunos estudios también muestran «efectos de largo alcance que se extienden a la edad adulta», como una alta prevalencia de la depresión y el desempleo, dijo.
Hacerlo bien
Además, dijo al Consejo que el «complejo» tema del ciberacoso se encuentra en la intersección de las cuestiones de derechos humanos, digitales y políticas.
«Para hacerlo bien, debemos adoptar un enfoque holístico y abordar las causas profundas«, declaró, subrayando que «la voz de los propios niños es fundamental».
También subrayó la «centralidad y el poder de las empresas en el espacio en línea», insistiendo en la responsabilidad de las compañías tecnológicas de proporcionar herramientas de privacidad adaptadas y seguir directrices de moderación de contenidos «en línea con las normas internacionales de derechos humanos».
15 millones de ataques: Facebook e Instagram
La directora de Política de Seguridad de Meta, Deepali Liberhan, participó en el debate y se refirió a la magnitud del problema.
Dijo que sólo en el tercer trimestre de 2023 se habían detectado unos 15 millones de contenidos en las plataformas de Meta, Facebook e Instagram, que constituían intimidación y acoso; la mayoría fueron eliminados proactivamente por la empresa antes incluso de ser denunciados, dijo.
Liberhan destacó las políticas de moderación de contenidos de la empresa y la forma en que Meta las aplica en sus plataformas, se asocia con expertos para fundamentar las medidas que adopta e incorpora herramientas contra el acoso en la experiencia del usuario.
Responsabilidad colectiva
Como conclusión de la sesión, un miembro del Comité de los Derechos del Niño, el ponente Philip Jaffé, subrayó la responsabilidad «colectiva» de la seguridad de nuestros hijos.
«Tenemos que hacer que los niños sean más conscientes de sus derechos y que los Estados y otros componentes de la sociedad sean más conscientes de su obligación de protegerlos«, enfatizó.