Un Acuerdo Crucial en Bakú
La cumbre del clima COP29, celebrada en Bakú, ha culminado con un acuerdo histórico que promete cambiar el panorama de la financiación climática global. Tras intensas negociaciones que se extendieron hasta altas horas de la madrugada, los países desarrollados se han comprometido a aportar 300.000 millones de dólares anuales al sur global para enfrentar los efectos devastadores del cambio climático.
Un Compromiso Multilateral
El acuerdo, anunciado por el ministro de Azerbaiyán Mukthar Babayev, fue recibido con aplausos y ovaciones, aunque no sin cierta controversia. A pesar de que la cifra es significativa, muchos países del sur global consideran que aún está lejos de sus expectativas iniciales. Sin embargo, este compromiso triplica la meta establecida en 2009 y representa un avance importante en la lucha contra el cambio climático.
Financiación Diversificada
El fondo acordado en Bakú se nutrirá tanto de fuentes públicas como privadas. Aunque los países menos desarrollados abogaban por una estructura de financiación basada principalmente en fondos públicos para evitar el endeudamiento, el acuerdo final menciona una ‘gran variedad de fuentes’, incluyendo posibles impuestos a la aviación y al transporte marítimo.
La Posición de China y Otros Países
Una de las discusiones más acaloradas fue sobre la participación de China en el fondo. Aunque algunos países occidentales querían que China contribuyera debido a su crecimiento económico, el acuerdo final solo ‘anima’ a los países en desarrollo a realizar contribuciones voluntarias.
Reformas Financieras Necesarias
El texto también hace un llamado a reformar la ‘arquitectura financiera multilateral’, una demanda clave de los países en desarrollo. Esta reforma es vista como esencial para asegurar que los fondos lleguen de manera efectiva a quienes más los necesitan.
Un Final Controvertido
Las últimas horas de la cumbre fueron caóticas, con varios países insulares y menos desarrollados levantándose de la mesa de negociación en señal de protesta. Sin embargo, el acuerdo incluye la iniciativa ‘De Bakú a Belém’, que promete aportaciones adicionales a estas naciones.
En conclusión, aunque el acuerdo de Bakú no satisface completamente a todas las partes, representa un paso significativo hacia la cooperación internacional en la lucha contra el cambio climático. La implementación efectiva de este compromiso será crucial para asegurar un futuro sostenible para todos.