El Proyecto de Ley de Eficiencia de la Justicia, que buscaba introducir juicios rápidos para casos de okupación de viviendas y eliminar las golden visa, ha sido bloqueado en el Senado, lo que genera incertidumbre sobre su futuro. Aunque el Congreso de los Diputados aprobó la normativa el pasado 14 de noviembre, la mayoría absoluta del Partido Popular en la Cámara Alta ha permitido vetar el texto, según consta en el Boletín de las Cortes Oficiales del 2 de diciembre.
El bloqueo implica que el proyecto regresará al Congreso, que tendrá la posibilidad de superar el veto, aunque el proceso puede prolongarse en el tiempo.
Medidas propuestas y el impacto del veto
El proyecto, concebido para modernizar el sistema judicial, incluía entre sus medidas destacadas la agilización de procesos judiciales en casos de okupación ilegal y la supresión de los visados de residencia otorgados a extranjeros que inviertan más de 500.000 euros en inmuebles en España (golden visa).
Sin embargo, el veto ha generado indignación, particularmente en sectores afectados por la okupación. “Es un ejemplo perfecto de cómo las batallitas absurdas entre políticos destrozan la vida de la población”, denuncia en TikTok el experto inmobiliario @Sergio_excellence_circle.
La crítica de los expertos
El especialista señala que el bloqueo perjudica a los propietarios afectados por la okupación. “Si tienes okupas, te tendrás que fastidiar y comértelos con patatas todo el tiempo que les dé la gana”, afirma contundente en uno de sus vídeos.
Además, criticó la falta de consenso político: “En este país, la política y sus batallitas están por encima de todo, mientras la población sigue levantando el país”.
Un debate que refleja la polarización política
La propuesta, que abarcaba temas más amplios que los juicios rápidos a okupas, ha quedado atrapada en el debate político, lo que para muchos demuestra la incapacidad de los partidos para llegar a acuerdos. “No son capaces de ponerse de acuerdo en nada y ayudar a las personas”, concluyó el experto, lanzando un llamado a la reflexión sobre las prioridades políticas frente a las necesidades de los ciudadanos.
El futuro del proyecto de ley sigue en el aire, mientras miles de afectados por la okupación deberán esperar para ver si se materializan medidas más eficaces que protejan sus derechos.