COAG alerta de una estrategia de las grandes cadenas de distribución para favorecer productos de Israel y Egipto en plena campaña nacional
Madrid, 22 de abril de 2025 – La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) ha denunciado públicamente una supuesta maniobra por parte de las principales cadenas de distribución para desplomar artificialmente el precio de la patata nacional en plena campaña de recolección en comunidades como Andalucía y Murcia. La organización agraria apunta a una «trama perfectamente coordinada» con el objetivo de beneficiar las importaciones procedentes de Israel y Egipto, en detrimento del producto español.
Según ha explicado COAG, los supermercados están retrasando de forma deliberada la compra de patata nueva española para inundar los lineales con patatas extranjeras, saturando así el mercado y presionando los precios a la baja en origen. «El resultado: el consumidor acaba haciendo la típica tortilla de patata con materia prima llegada desde Oriente Medio, mientras nuestras patatas, frescas y de calidad, se quedan en las sacas», lamenta Alberto Duque, responsable estatal del sector de patata en COAG.
Duque señala la paradoja de que, en zonas como el Campo de Cartagena, con más de 10.000 hectáreas dedicadas al cultivo de patata, los supermercados ofrezcan producto importado. Una situación que considera «injustificable» tanto desde el punto de vista económico como ambiental y de calidad alimentaria.
Producción nacional arrinconada
Los agricultores insisten en que la oferta de patata nueva nacional es actualmente suficiente para abastecer al mercado interno y cubrir la demanda de las grandes cadenas. «No entendemos que se relegue la patata autóctona, con sello de calidad y estándares europeos, frente a productos de terceros países», denuncia Vicente Carrión, presidente de COAG Campo de Cartagena.
A este escenario se suma, según COAG, la presencia masiva en supermercados de patatas de conservación procedentes de Francia, recogidas hace meses y almacenadas desde noviembre. Estas patatas, advierten, han perdido muchas de sus propiedades organolépticas tras un largo periodo en cámaras frigoríficas.
Impacto en el empleo y el medio ambiente
COAG también ha querido llamar la atención sobre el impacto económico y ecológico de esta estrategia. La organización advierte que está en juego la estabilidad de 4,2 millones de jornales en el medio rural español. Además, calcula que el transporte internacional de patatas genera unas 3.376 toneladas adicionales de CO₂, lo que equivale a las emisiones de 10.683 vuelos de ida y vuelta entre Madrid y París por persona.
Reclaman apoyo institucional y compromiso del consumidor
La organización profesional agraria trasladará esta situación al Ministerio de Agricultura, así como a las consejerías competentes de las comunidades autónomas más afectadas. Además, hace un llamamiento a los jefes de compra de las cadenas de distribución para que apuesten de forma decidida por el producto nacional.
Finalmente, COAG insta a los consumidores a revisar el etiquetado de origen en los supermercados y exigir patata nueva española, contribuyendo así a sostener el empleo agrícola y a reducir el impacto ambiental del consumo alimentario.