Estoy concluyendo un delicioso libro de Marta D. Riezu cuyo título parte de una anecdótica frase de Cecil Beaton al ser preguntado sobre ¿qué es la elegancia? “Agua y jabón” respondió sin dudar. Para la escritora es lo mismo que decir: “lo elegante es lo sencillo, lo honesto, lo de toda la vida” Personalmente le daría la siguiente connotación, evidentemente impregnada por el aroma que transmite el citado libro y la prosa fluida y refinada de la autora: “La elegancia es en esencia la sencillez de la humildad reflejada en la pulcritud de la honestidad y que caracteriza a una cosa, lugar o persona por el simple hecho de existir”.
Una persona elegante suele vestirse de serenidad, paciencia, escucha activa y belleza, esa belleza que definiera con tantísima sensibilidad Umberto Eco.
En las antípodas de lo descrito hasta ahora se encuentra la fealdad del estruendo, de la maldad, de la intolerancia y de la segregación mediante la implementación de ideales sectarios modelados por la confrontación violenta.
Ahí podemos encontrar las deformidades más terroríficas que crea una sociedad desigual donde los “niños de bipapá” impunemente se envuelven en la tradición para llamar “putas” a mujeres, “indicarles que salgan de sus madrigueras” o insisten en que unas estudiantes son “putas ninfómanas”. Y para sonrojo de todas aún hay personas que restan importancia a estas actuaciones y la defienden disfrazando su argumentación de crítica en positivo por las muchas cosas buenas que se hacen en ese colegio mayor. Hasta donde sé en los campos de concentración del Tercer Reich existían orquestas musicales… (Mil perdones si alguien se siente agraviado por esta última frase, sólo intento que seamos conscientes de que hay temas indefendibles como el exterminio y el genocidio o el machismo).
Los “niños de bipapá” son aquellos, y aquellas, que provienen de estratos sociales donde el machismo y el patriarcado se reproducen y perpetúan a través de la segregación de clase y del poder económico familiar y potenciado por “papá Estado” en su versión más nociva y retrógrada. El poder aplicado en su máxima brutalidad para diferenciar entre quien lo posee y quien lo sufre.
No debiéramos obviar que en la época universitaria se terminan de construir los rasgos de género que determinarán nuestro devenir por la sociedad y en el caso de los que tienen acceso al poder, como los “niños de bipapá”, la propia definición de dicha sociedad. Estos últimos tienen la posibilidad de crear las fronteras conductuales que regirán la comunidad y las normas que señalan las sendas a seguir. ¡Peligrosísimo cuando se ve lo que se ve en el Ahuja, pues demuestran lo que podemos esperar!
Los deleznables hechos acaecidos en ese colegio mayor universitario son eso: ¡deleznables! y repudiables y por supuesto condenables. No hay más, lo demás es enmascarar la defensa del machismo, el patriarcado y la desigualdad. Es perpetuar la fuerza como elemento de control social mediante la continuación de roles polares de opresor y oprimida.
“Me follo a la Virgen en su portal por el ojal” creo que esta letra del grupo estrella en el VIVA 22 de VOX es, al igual que lo narrado en los párrafos anteriores, lo antagónico a elegancia. En este caso no sólo existe machismo sino el desprecio absoluto a las creencias religiosas de millones de personas en España y más aún en el mundo. La ultraderecha española ha hecho algo más que perder a Olona. No sé si muchas feligresas irán a votar a estos gañanes con pulserita que ya no engañan a nadie, ni tan siquiera a sus devotos.
Personalmente soy defensor de la libertad de expresión aunque me duela tener que escuchar letras fascistas o insultos contra buenas personas y sus creencias, sean las que sean siempre que respeten los Derechos Humanos y la libertad individual. Pero estoy convencido de que las siguientes letras, también de una canción de la estrella rapera de la ultraderecha española no ofenderían ni a Abascal ni a sus acólitos pero sí a cualquier persona de bien.
“Soy el hijo puta que te rompe los esquemas
Y tu novia es más cerda que Peggy
Observa los dibujos sádicos de mi libreta, ja ja ja
Me he follado a tantas pivas que no sé si tengo el sida
Sí, daría mi coche por tirarme a Angelina Jolie
Grabarla haciéndome una paja con los pies
Quiero pegar al mariconazo de Jorge Javier
Y que quede muda la burra de Belén Esteban
Intestinos de toreros quiero ver arder
Curas y teleoperadores de Jazztel
Quisiera ser julai para pillar todos los días
Y es que a 3 de cada 10 zorras que veo me las petaría
Sin conocerlas, dicen que estoy de la cabeza
Pero yo pienso que un loco es alguien que se casa o reza”
Tal vez esta última: “Pero yo pienso que un loco es alguien que se casa o reza” no guste tanto a la ultraderecha como: “Me follo a la Virgen en su portal por el ojal”.
La fuerza bruta no es elegante es ultraderecha, la violencia no es armonía es ultraderecha, la bandera no importa a la ultraderecha es un medio sin más, la igualdad no existe en la ultraderecha y el respeto por las creencias de las personas parece ser que en la ultraderecha española reside en las letras de su rapero preferido.
Ceuta no es elegante y eso se ha conseguido con la concienzuda desidia y egoísmo de sus gobernantes y con la inestimable complicidad de la oposición. Alguien que sí lo es y mucho es Muriel Barbery que en “La elegancia del erizo” se hacía la siguiente pregunta retórica: “¿Qué distracción hay más noble, qué compañía más distraída, qué contemplación más deliciosa que la de la literatura?”.
Como decía Soul Etspes: “Tal vez la existencia sea esto: perseguir la inmediatez del deseo mientras el pasado nos devuelve al presente los monstruos del ayer” (En alusión al fascismo vestido con su traje de gala: el machismo)
Ramón Rodríguez Casaubón