La violencia continua en todo el país ha creado una crisis entre los menores que podría durar varias generaciones. La situación no es mejor en materia sanitaria donde existen problemas tanto para suministrar atención de emergencia a los heridos, como para atender las necesidades rutinarias, entre ellas las relacionadas con el COVID-19
Un mes de guerra en Ucrania ha provocado el desplazamiento de 4,3 millones de niños y niñas, más de la mitad de los 7,5 millones que se calcula que hay en el país. Esto incluye más de 1,8 millones de niños y niñas que han cruzado a los países vecinos como refugiados y 2,5 millones que ahora están desplazados internamente dentro de Ucrania.
«La guerra ha provocado uno de los desplazamientos de niños a gran escala más rápidos desde la Segunda Guerra Mundial», ha declarado la directora ejecutiva de UNICEF, Catherine Russell. «Se trata de un hito sombrío que podría tener consecuencias duraderas para las generaciones venideras. La seguridad, el bienestar y el acceso a los servicios esenciales de los niños están amenazados por una violencia horrorosa que no cesa».
Según datos de la Oficina de la Alta Comisaria de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, 78 niños han muerto y 105 han resultado heridos en Ucrania desde el comienzo de la guerra, el 24 de febrero. Sin embargo, estas cifras sólo representan los informes que la ONU ha podido confirmar, y es probable que el número real sea mucho mayor.
La guerra también ha tenido consecuencias devastadoras para las infraestructuras civiles y el acceso a los servicios básicos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), por ejemplo, ha informado de 64 ataques que han afectado a instalaciones sanitarias de todo el país en las últimas cuatro semanas, mientras que el Ministerio de Educación y Ciencia de Ucrania ha informado de daños en más de 500 instalaciones educativas.