En un episodio que ha generado controversia, Víctor de Aldama, conocido como el «nexo corruptor» de la trama Koldo, tuvo acceso a las instalaciones del Grupo de Acción Rural (GAR) de la Guardia Civil durante cinco días entre mayo y junio de 2022. Esta visita, calificada como un «capricho», se llevó a cabo en el Polígono de Experiencias para Fuerzas Especiales, un centro reconocido por sus altos niveles de restricción y seguridad. tal y como informa el diario EL MUNDO
Durante su estancia, Aldama tuvo la oportunidad de participar en diversas actividades diseñadas para el personal del Instituto Armado, incluyendo el uso de pistolas táser y el acceso a la torre de control del complejo. Este tipo de privilegios en un entorno tan exclusivo ha suscitado preguntas sobre la transparencia y la ética dentro de las instituciones de seguridad del país.
El GAR, ubicado en Logroño, es considerado el centro con mayor restricción en España, lo que hace aún más sorprendente la posibilidad de que un civil, y en particular una figura vinculada a una trama de corrupción, haya podido disfrutar de este tipo de experiencias. La situación plantea serias interrogantes sobre los protocolos de acceso y las relaciones entre funcionarios y personas ajenas a la institución.
La Guardia Civil no ha emitido comentarios oficiales sobre este incidente, pero la revelación ha encendido un debate sobre la necesidad de revisar los procedimientos que rigen el acceso a sus instalaciones y actividades. La comunidad espera respuestas claras que garanticen la integridad y la confianza en las fuerzas del orden.