Un Gobierno en Minoría
La destitución del ministro de Finanzas, Christian Lindner, marcó un punto de inflexión en la política alemana. Olaf Scholz, el canciller, expresó su frustración con su ex socio liberal, acusándolo de priorizar intereses partidistas sobre el bienestar ciudadano. Con la salida de los liberales, Alemania ahora enfrenta la complejidad de gobernar en minoría, una situación que podría prolongarse hasta las elecciones anticipadas previstas para marzo o abril.
Desafíos de Gobernar sin Mayoría
Günther Maihold, politólogo de la Universidad Libre de Berlín, explica que Scholz busca recuperar aceptación pública mediante políticas más alineadas con su partido socialdemócrata. Sin embargo, la falta de mayoría parlamentaria complica la aprobación de propuestas clave, como reformas en pensiones y política de asilo. La oposición, liderada por Friedrich Merz de la CDU, presiona para adelantar la moción de confianza, lo que podría precipitar las elecciones.
Coyuntura Económica Desfavorable
La economía alemana enfrenta una recesión proyectada para 2024, con una contracción del 0,2%. Sectores clave, como la industria automotriz, están en crisis, exacerbados por la competencia china y aranceles europeos. Volkswagen, entre otros fabricantes, enfrenta dificultades financieras y laborales. La victoria de Donald Trump en las elecciones estadounidenses añade incertidumbre, con posibles repercusiones proteccionistas que podrían afectar aún más la economía alemana.
Impactos Políticos y Económicos
La victoria de Trump también ha influido en la política interna alemana. Las negociaciones para formar gobierno en Sajonia se vieron afectadas, con el partido de Sahra Wagenknecht retirándose de las conversaciones. Esta formación populista, crucial para mantener el cordón sanitario contra la extrema derecha, se opone al envío de armas a Ucrania, una postura que podría cambiar con el nuevo liderazgo estadounidense.
Además, figuras influyentes como Elon Musk han expresado críticas hacia Scholz, reflejando tensiones internacionales que complican aún más el panorama político y económico de Alemania. En este contexto, Scholz debe navegar un camino lleno de desafíos, buscando estabilizar su gobierno mientras enfrenta presiones internas y externas.