Es el resultado de comparar el coste anual del pienso con la mejor relación calidad precio con el más caro para un perro de tamaño mediano.
Un análisis comparativo de 27 piensos para un perro de tamaño medio (entre 10 y 25 kilos) realizado por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) apunta deficiencias nutricionales en tres de ellos, pero también que no hace falta comprar el pienso más caro para que el animal disfrute de un producto de calidad.
Aunque los mejores piensos no cuestan menos de 5 euros/kg, hay productos con buenos resultados que permiten ahorrar una buena cantidad de dinero. En concreto, hasta 665 euros al año, si se comparan los 1,50 euros/kg que cuesta Compy Pollo, ternera, fruta y verduras, el producto con la mejor relación calidad precio del análisis, con los 12,45 euros/kg que cuesta Orijen Original, uno de los mejores piensos, pero también el más caro. El citado Compy Pollo, ternera, fruta y verduras de Mercadona destaca por la calidad de la proteína (sin colágeno) y el contenido en vitaminas, aunque también se observa una pobre relación omega 3/omega 6 y un cierto exceso de calcio.
No obstante, el análisis también revela deficiencias nutricionales en dos de los piensos analizados:
– Compy Supreme Pollo, fruta y verduras de Mercadona (ojo, no confundir con el anterior). No alcanza el mínimo de grasas, una fuente importante de calorías, pero sobre todo de ácidos grasos esenciales como el ácido linoleico.
– Brekkies Delicious Buey. No incorpora la cantidad mínima imprescindible de metionina, un aminoácido básico en la dieta de un perro.
En definitiva, el análisis detecta significativas diferencias de calidad entre los mejores y los peores productos. Pero no es menos cierto que, en general, se aprecian niveles de colágeno muy altos, lo que refleja el uso de materia cárnica con fragmentos de huesos, tendones, etc. No es malo, de hecho, está permitido, pero la composición real de los piensos poco tiene que ver con los “filetes de ternera” que algunos anuncian.
OCU recuerda la importancia de ajustar la ración al peso y la raza de perro, pero también a su edad y actividad física. En este sentido, es recomendable hacer un seguimiento del peso del animal: una ganancia o pérdida importante de peso podría revelar que la ración o el tipo de pienso no se ajusta a las necesidades de la mascota. Además, es igualmente importante asegurarse de que el perro tenga siempre agua a su alcance para que esté bien hidratado: una pérdida del 10-15% del agua corporal puede ser letal.