Esta crisis sanitaria que estamos viviendo, que tantas vidas se está cobrando, está sacando lo mejor y lo peor de las personas.
Los animalistas a pesar de todo lo que está sucediendo como consecuencia de la pandemia queremos seguir ayudando a los animales, pero eso no quita que no seamos sensible con los humanos. Todo lo contrario. La mayoría de los animalistas somos de los primeros en ayudar en estos casos a las personas necesitadas. De hecho, siempre he ayudado a las personas necesitadas y a los animales.
Los animales siempre están más desprotegidos y expuestos al sufrimiento continuado hasta su muerte. Se cometen verdaderas aberraciones con ellos. Y mucho más en estos tiempos industrializados en que son tratados como si fuesen objetos. Está más que demostrado que los animales tienen la capacidad de sentir dolor y de sufrir, así como de entristecerse cuando son confinados y tratados de forma inhumana como hace la industria de la carne… que tanto se beneficia del sufrimiento animal.
Para que los derechos de los animales mejoren es necesario que los activistas y asociaciones de defensa animal sigamos luchando e intentando de concienciar de que los animales también tienen derecho a vivir dignamente y que no debemos tratarlos de la forma que lo estamos haciendo.
Al igual que cada vez hay más personas embrutecidas y a salvajadas que le importa muy poco el sufrimiento de los animales, también cada vez más aumentan las personas que se preocupan por ellos e incluso deciden dejar de comer animales y llevar una dieta vegana.
Volviendo un poco al título de este artículo, quería recalcar que para nada es cierto que los animalista solo nos preocupemos de los animales. Eso es falso, la mayoría también lo hacemos de las personas que necesitan ayuda, dentro de nuestras posibilidades. No es justo que en redes sociales o foros, cada vez que se hable de cualquier causa animalista o se defienda que los animales que viven en la calle también tienen que comer, salgan los de siempre diciendo que no es momento para eso. No sé cuándo estas personas se van a enterar de que ellos no son los amos del mundo. Que los animales urbanos, como es el caso de los gatos, por ejemplo, que dependen del humano para comer también tienen derecho a seguir comiendo por mucha pandemia que haya. Y que dándole de comer o defendiendo que se autorice a que se le ponga de comer no se hace daño a nadie, más bien todo lo contrario, se evita problemas. Dejar de morir de hambre a un animal es inhumano y dice mucho de quien defiende que se muera de hambre.