Ambos sindicatos remitirán cartas al Gobierno local y la directora general de INGESA y animan a los padres y las madres interesadas a suscribir las misivas a fin de reclamar que la presencia de personal de enfermería en los centros educativas sea una realidad perenne
A través de un comunicado de prensa, el sindicato ANPE ha dado a conocer que su adhesión a la iniciativa del Sindicato de Enfermería (SATSE) por la cual las madres y padres que así lo deseen puedan dirigirse a las consejerías de Sanidad y Educación de Ceuta y reclamar personalmente que haya una enfermera o enfermero en cada centro educativo en los que cursan sus estudios sus hijos e hijas.
«Ambos sindicatos harán entrega de las cartas de forma conjunta pidiendo que todos los colegios e institutos de la Ciudad Autónoma cuenten con atención sanitaria y cuidados de una enfermera o enfermero. La entrega de las misivas está prevista a primeros de junio, coincidiendo con el final del curso académico 2020-2021, de modo que las administraciones tengan en cuenta su propuesta ya sea para su incorporación en la próxima edición del Plan de Empleo o para su contratación mediante cualquier otra fórmula«, explica el comunicado.
Así, «las enfermeras escolares entregarán las copias a los alumnos para que las firmen los padres y sean devueltas a la propia enfermera. Los sindicatos de ANPE y SATSE irán recogiendo las cartas progresivamente durante todo el mes de mayo con objeto de entregarlas a ambas instituciones en Ceuta», prosigue el escrito.
De esta forma, ANPE detalla que serán dos las cartas que se envíen: la primera dirigida de forma conjunta a los consejeros de Sanidad y Educación, Alberto Gaitán y Carlos Rontomé, y la segunda a la directora general del INGESA, Belén Hernando. La razón de enviar cartas al Gobierno local es la de que «siga apoyando» a los centros educativos, como hizo con la contratación de personal sanitario a través del Plan de Empleo, «mientras se resuelve la iniciativa por parte del INGESA».
Los argumentos en la carta
En el escrito se subraya que, como madres y padres, la protección en todo momento de la salud de sus hijos e hijas es siempre una de sus mayores prioridades y, debido al número de horas que conviven en los centros educativos, consideran imprescindible que en estos espacios haya una total seguridad para ellos y ellas. Un interés que se ha visto acrecentado y tomado una mayor relevancia por la actual situación de pandemia de la Covid-19.
Se recuerda, asimismo, que, tanto la Constitución Española como la Convención sobre los Derechos del Niño, reconocen el derecho a la protección de la salud de la infancia y establecen que se debe asegurar la plena aplicación del derecho del niño al disfrute del más alto nivel posible de salud, desarrollando, además, una atención sanitaria preventiva.
En este sentido, en la carta se incide en que en los centros educativos hay alumnado con múltiples patologías, algunas de ellas de carácter crónico, (asma, diabetes, epilepsia, cardiopatías…) que requieren de una atención integral y específica por parte de los profesionales sanitarios adecuados, como son las enfermeras y enfermeros.
También el papel de la enfermera en los centros educativos es fundamental para garantizar el cumplimiento terapéutico y detectar posibles complicaciones precozmente, así como para la adquisición de habilidades de autocuidado del menor y reforzar los cuidados en el entorno familiar. De otro lado, se insiste en la labor fundamental de las enfermeras y enfermeros ante las situaciones de urgencia que se producen en los centros educativos (heridas, traumatismos, fracturas, atragantamientos, reacciones alérgicas…).
Ante esta realidad, las madres y padres que firmen el escrito rechazan que la escasez de enfermeras y enfermeros en los centros educativos pretenda ser paliada por las administraciones a través de la formación y el entrenamiento del profesorado, obligándoles así a asumir funciones y responsabilidades que quedan fuera de su ámbito competencial y al manejo de situaciones para las que no están preparados ni facultados, poniéndose en riesgo tanto la seguridad del docente como la del alumnado.