A la extrema derecha le gusta la provocación, viven de la confrontación y de la falta de respeto a quienes piensan o son diferentes, ya sea gente de izquierdas, de derechas, periodistas, feministas, ecologistas o que crean en un Dios diferente al suyo.
La extrema derecha es peligrosa, porque arrasa con el Estado democrático, no les gusta la igualdad de oportunidades y creen en una sociedad completamente desigual, en la que se persigue al musulmán, se insulta al hindú y también al hebreo, o se ataca a la prensa libre, independiente y contrastada; o se agravia a las feministas, o a quienes creen en el bien común y dan su vida por ayudar a las personas que lo necesitan.
El líder de la ultraderecha, Abascal, ha aprovechado lo que estaba pasando en Ceuta estos días para venir a hacerse una foto en la Frontera e incendiar a la población.
Ha hablado de invasión, de jóvenes militarizados que venían a tomarnos y ha acusado, una vez más, a nuestros vecinos y vecinas musulmanes de ser infiltrados promarroquíes.
El líder de los nazifascistas de España -vamos a empezar a llamar a las cosas por su nombre- exigía al Gobierno de Pedro Sánchez la militarización de la frontera y la devolución «en caliente, en frío y en templado» de quiénes habían entrado, recordemos, engañados por su país –miles de niños y niñas pequeñas, familias, y jóvenes-
Y una vez más, el líder nacional de los de extrema derecha, insultaba a los medios de comunicación que hacen su labor, cuestionar y que no blanquean su discurso peligroso de odio, xenofobia, racismo e intolerancia.
Un periodista de Todo Es Mentira, preguntaba a Abascal a qué había venido a Ceuta.
El propio Abascal se quedó callado, no supo contestar; está claro que venía a hacerse la foto y nada más, no esperaba ser recibido entre gritos de «fascista y racista» y por eso vuelve este lunes, para intentar limpiar su imagen que quedó totalmente empañada por intentar sacar rédito político a una situación que reclamaba la unión de todos y todas las españolas de bien.
Pero Vox nunca viene a Ceuta a ver cómo está el Hospital, o los Servicios Sociales, o Fomento o qué planes para el Turismo hay, o el modelo económico que tenemos que conseguir para salir de la crisis…, no Vox sólo viene a la frontera.
Él no supo contestar, pero yo se lo voy a explicar:
Él solito se retrata… el nazi, digo.
Porque todo lo que dice que se había que hacer se estaba haciendo desde hacía horas.
El ejército llegó a la valla a las 04:00 horas de la mañana del martes, sólo 26 horas después de que empezase a entrar gente por el espigón de Benzú, aunque hasta las 16:00 horas del lunes lo habían hecho 400 personas y ya por el del Tarajal, y el «mogollón» se produjo a partir de las 17:30 horas, por lo tanto no se tardó ni 12 horas en sacar al ejército a la valla, desde que explotó la emergencia migratoria y humanitaria.
En cuanto a las devoluciones, como hemos informado todos los medios, se han hecho en directo: expulsiones de marroquíes mayores y menores de edad, así como devoluciones en caliente de personas subsaharianas sin tener acceso a asistencia jurídica.
Y todo esto que vino a reclamar el líder de la ultraderecha, ya se estaba haciendo por orden de un gobierno de coalición progresista, del cuál se habían desplazado hasta la ciudad el propio Pedro Sánchez, presidente del Gobierno y Grande-Marlaska, el ministro del Interior; aunque fueron recibidos en el helipuerto por una veintena de violentos, de esos que votan a la extrema derecha y que no respetan y aceptan que esas personas que iban en ese coche oficial han sido elegidas DEMOCRÁTICAMENTE.
Yo os digo a qué vino y a qué viene Abascal a Ceuta este lunes: A romperla, a provocar y a crispar para intentar que la Comunidad Musulmana de la ciudad, y por qué no la Hindú o la Hebrea, que también han sido objetivos de estos antidemócratas, ESTALLEN.
Aunque las tres comunidades, y la Musulmana con más ahínco por ser la más vilipendiada, lleva demostrando desde el año pasado, cuando desde El Foro de Ceuta publicamos las filtraciones de mensajes supremacistas atribuidos a Vox Ceuta, un comportamiento ejemplar, democrático y de respeto por la convivencia, la democracia y las instituciones.
A eso ha venido y viene Abascal, a provocar.
Sin embargo, tras saber que la población musulmana de Ceuta, que está harta de callar ante los insultos constantes de Vox Ceuta y Vox a nivel nacional, había convocado varias manifestaciones antifascistas por redes sociales, en el mismo lugar y a la misma hora que el mitin del nazifascista, para evitar que se siga difundiendo el ataque constante a su Comunidad, la Delegación del Gobierno ha prohibido todas las manifestaciones previstas.
Y es que, tenemos que llamar a la calma, tenemos que relajar los ánimos y no caer en las provocaciones de los antidemócratas. Nosotros somos demócratas, y como tal debemos defender a la Democracia y no caer en sus provocaciones, aunque a veces no nos falten ganas.
No se trata de callar y tragar, se trata de manifestarse como el 28F de 2020, se trata de ir a votar y que en las próximas elecciones, un partido que pretende dinamitar la buena convivencia de Ceuta, se quede fuera de la Asamblea y se convierta en un partido residual, como lo era hace 2 años.
Solo así conseguiremos restaurar la paz y seguir conviviendo, compartiendo entre nuestros vecinos y vecinas como hasta ahora.