António Costa ha asumido oficialmente la presidencia del Consejo Europeo, marcando el inicio de un nuevo capítulo en la política europea. En una ceremonia celebrada en Bruselas, Costa recibió la tradicional ‘campanilla’ de manos de su predecesor, Charles Michel. Este símbolo representa el liderazgo dentro de la institución europea.
Costa, quien comenzará sus funciones este domingo, ha prometido continuar con la labor de convocar y arbitrar las cumbres de jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea. Además, se ha comprometido a defender el multilateralismo, la cooperación y los valores fundamentales de los Veintisiete, como la democracia y los derechos humanos.
Durante su discurso, Costa enfatizó la importancia de construir una Europa común en un mundo globalizado. «La única forma de ser realmente patriota, de tener soberanía, es construir una Europa común», afirmó. También destacó la necesidad de alcanzar una paz en Ucrania que no recompense al agresor, subrayando la visión de una Unión Europea más fuerte y autónoma en seguridad y defensa.
El nuevo presidente del Consejo Europeo es conocido por su habilidad como negociador, habiendo ocupado diversos cargos políticos en Portugal, incluyendo el de primer ministro. Su carrera política ha estado marcada por su capacidad para forjar consensos y su compromiso con los valores europeos.
En cuanto a su método de trabajo, Costa planea otorgar más protagonismo a los embajadores de los Estados miembros ante la UE y concentrar las cumbres europeas en un solo día, una estrategia que busca mejorar la eficiencia de las reuniones.
Por otro lado, el mandato de Charles Michel estuvo marcado por eventos significativos como el ‘Brexit’, la pandemia de COVID-19 y la guerra en Ucrania. Michel enfrentó desafíos complejos, incluyendo la organización de cumbres virtuales durante la pandemia y la gestión de la unidad europea frente a la agresión rusa.
Michel también fue protagonista de algunas polémicas, como el ‘Sofagate’, donde fue criticado por no reaccionar adecuadamente durante una reunión en Turquía. A pesar de estos altibajos, Michel expresó su optimismo sobre el futuro de la Unión Europea en su discurso de despedida.
Con un mandato de dos años y medio renovable, António Costa tendrá que enfrentar desafíos significativos, incluyendo las relaciones con Estados Unidos bajo la presidencia de Donald Trump, la nueva relación con el Reino Unido post-Brexit, y las tensiones con Rusia y China. Su liderazgo será crucial para navegar estos tiempos inciertos y fortalecer la cohesión europea.