El presidente de Argentina, Javier Milei, ha tomado una decisión que ha sorprendido a muchos: retirar a la delegación argentina de la COP29, la cumbre climática de la ONU que se celebra en Bakú, Azerbaiyán. Esta medida fue adelantada por la revista Climática y confirmada por la subsecretaria de Medio Ambiente de Argentina, Ana Lamas, quien indicó que las instrucciones provinieron del Ministerio de Relaciones Exteriores.
La delegación argentina, compuesta por 85 personas, había estado participando activamente en las primeras jornadas del foro. Sin embargo, desde el jueves, los representantes no han vuelto a asistir al evento, que continuará hasta el 22 de noviembre. Esta retirada coincide con la publicación del informe ‘Global Carbon Budget’, que prevé un aumento del 0,8% en las emisiones globales de CO2 para 2024.
A pesar de esta retirada, Argentina no ha abandonado el Acuerdo de París, un pacto internacional crucial para combatir el cambio climático. Durante su campaña, Milei había propuesto la salida del acuerdo, pero finalmente no se concretó. El Acuerdo de París, adoptado por 196 países en la COP21, busca limitar el aumento de la temperatura global a menos de dos grados.
La decisión de Milei llega en un momento crítico, ya que la COP29 se centra en la financiación climática, un tema vital para los países en desarrollo. La falta de avances en este aspecto ha generado frustración entre estos países, que esperaban compromisos más firmes para financiar la descarbonización y la adaptación al cambio climático.
Mientras tanto, Milei se prepara para viajar a Estados Unidos, donde asistirá a una conferencia conservadora y se reunirá con Donald Trump, el futuro presidente estadounidense. Ambos líderes comparten posturas escépticas respecto al cambio climático, lo que podría influir en futuras decisiones políticas de Argentina en este ámbito.
En la COP29, los cofacilitadores de las negociaciones han presentado un borrador preliminar sobre el nuevo objetivo de financiación climática. Este documento, de 30 páginas, aún debe ser acotado y negociado por los países participantes. El objetivo es establecer una nueva meta de financiación para 2025, que reemplace el compromiso anterior de destinar al menos 100.000 millones de dólares anuales para 2020.
La retirada de Argentina de la COP29 plantea interrogantes sobre su papel futuro en las negociaciones climáticas internacionales. Aunque el país sigue siendo parte del Acuerdo de París, la decisión de Milei refleja una postura más escéptica hacia los esfuerzos globales para combatir el cambio climático.