Más de 350 personas -de las que el 70% son mujeres- han viajado desde la península, Baleares e Italia a Canarias para participar en la 6ª edición de la Caravana Abriendo Fronteras, que se celebra hasta el próximo día 24 de julio. Desde 2016 la Caravana Abriendo Fronteras recorre cada verano diferentes espacios de frontera, para denunciar la vulneración de derechos humanos, las causas de los desplazamientos forzados y reivindicar otras políticas migratorias, comerciales e internacionales
Caravana Abriendo Fronteras viajará junto a Carovane Migranti y representantes de otras fronteras para unirse a las organizaciones y colectivos sociales «que resisten en las islas frente a un modelo migratorio que está en guerra con la vida«.
La organización apunta a que las circunstancias políticas, sociales y económicas de los últimos años han agravado algunas de las condiciones que empujan a las personas a migrar y que «el impacto de la pandemia está siendo grave en los países de África Occidental y del Sahel Occidental, de donde proceden las personas migrantes que llegan a Canarias y donde la economía informal tiene un gran peso». Además recuerdan que a esta situación «hay que sumarle el empobrecimiento asociado a los procesos de globalización, el extractivismo que despoja a estas comunidades de sus recursos y formas de vida; la violencia machista; y los conflictos armados en algunas de estas regiones, donde los gobiernos europeos tienen una responsabilidad histórica y, en muchos casos, un papel activo en la actualidad».
Al menos 1.850 personas han perdido la vida migrando
Denuncian que «el cierre de las fronteras ha reactivado el tránsito de rutas más peligrosas, como la ruta canaria, que junto a las políticas migratorias asesinas impulsadas por la UE, tiene como consecuencia que al menos 1.851 personas hayan perdido la vida el año pasado».
«Canarias, uno de los territorios más empobrecidos del Estado español, con una situación social insostenible a causa de la crisis económica que ha acompañado a la pandemia con el parón del monocultivo turístico, se ha convertido en frontera colonial de la Europa del capital» aseguran en su comunicado.
Militarización, neocolonialismo y Pacto Europeo sobre migraciones y asilo
Según la organización, «a la fuerte militarización de las islas como plataforma para el neocolonialismo extractivista, se suma este nuevo papel de guardia fronteriza contra el sentir de su población que, como viene evidenciando, mayoritariamente se muestra solidaria con las personas migrantes».
Para los activistas pro Derechos Humanos, durante el último año las condiciones de detención, hacinamiento y bloqueo en las islas «han sido dramáticas», al que se suma el contexto de emergencia sanitaria derivada de la COVID-19 y las políticas migratorias amparadas en un nuevo Pacto Europeo «han servido de excusa para legitimar la vulneración de derechos humanos».
«Denunciaremos el nuevo Pacto Europeo sobre Migraciones y Asilo que sigue poniendo el foco en el retorno, las deportaciones, la externalización de fronteras y la firma de acuerdos de readmisión por terceros países como herramientas básicas del control fronterizo, por delante de los derechos humanos y la acogida digna. Denunciaremos los dispositivos de privación de libertad y los espacios de contención; la militarización y la presencia de FRONTEX. Reivindicaremos el derecho a la salud y a disponer de vacunas para todas las personas, el derecho a solicitar asilo, a la libertad de movimiento y la regularización para todas las personas en situación administrativa irregular que se encuentran en el territorio español».