Tercer día de uno de los juicios más importantes de los últimos años en Ceuta. Se juzga al que fuese profesor del colegio de educación concertada San Agustín por presuntos delitos de diferentes abusos a menores. Se espera otra larga jornada en la que se tomará declaración a más guardias civiles, peritos y al propio acusado
Durante esta tercera jornada del juicio contra el ex docente del colegio San Agustín de Ceuta, acusado de diferentes delitos de abuso sexual, corrupción de menores, inducción a la prostitución o tenencia y elaboración de pornografía infantil, se tomará declaración a varios guardias civiles encargados de la investigación, a dos peritos psicológicos presentados por las partes, así como al propio acusado, que podrá acogerse a su derecho a no declarar.
El juicio que se celebra en la Sala VI de la Audiencia Provincial de Cádiz en Ceuta en audiencia pública, deberá ser suspendido una vez finalizados estos testimonios y convocado dentro de los próximos 30 días, porque el perito informático de la defensa, que tenía que declarar este miércoles, se encuentra hospitalizado en Madrid.
Durante el juicio, se ha podido ver a los a los testigos declarando sin mascarilla y a los jueces, en momentos puntuales también para favorecer el entendimiento y la grabación correcta del mismo, gracias a la ventilación total de la sala y la posibilidad de mantener la distancia de seguridad en todo momento.
Durante este lunes y martes, se han recogido los testimonios de hasta 17 ex alumnos del acusado, entre los que se encontraba el hijo de la denunciante, así como la madre y padre del éste. También se tomó declaración al guardia civil encargado de la cadena de custodia de las pruebas.
«Tuve que vomitar varias veces»
Entre los testimonios más duros, escuchados durante estas jornadas de juicio, se encuentra el de la madre de la víctima, que interpuso la denuncia que ha destapado un posible caso de abusos sexuales de menores, desde al menos el año 2003.
La denunciante declaraba: «No me podía imaginar esas conversaciones. Me dio mucha rabia porque llevaba tiempo dudando de este señor pero no había hecho nada. Tuve que vomitar varias veces, no me podía creer lo que estaba leyendo«. En estas conversaciones, según han relatado los testigos, utilizaban apelativos cariños y le pedía fotografías, entre otras muchas conductas sexuales.
También ha resultado llamativa la «amnesia colectiva» que ha asaltado a los testigos propuestos por la defensa, de los que el acusado poseía fotografías y vídeos desnudos o semi desnudos, así como conversaciones de WhatsApp con un alto contenido sexual y con un lenguaje «muy cariñoso». Todos los testigos, excepto el denunciante, han asegurado no recordar quién les tomaba las fotografías, y han normalizado que el profesor, un adulto mucho mayor que ellos, les hiciera regalos, les depilase, realizase masajes o les pidiese fotografías por WhatsApp.
WhatsApp con un alto contenido sexual
Entre las conversaciones de chats que se han ido desgranando durante el juicio destacan algunas como:
“Haz el favor de hacerte esas fotos con gayumbos que te vea esas magníficas piernas”-decía el profesor-; “me encantaba verte correr y jugar al fútbol. Tenías unas piernas que bufff…”; “siempre te cambiabas en mi cuartillo, ¿te acuerdas? no te mezclabas con el populacho”; “me llamaban la atención tus piernas, digo, hay que ver lo bien formadas que las tiene, y haciendo gimnasia”; “si si, me encantaba mirarte, es que eras un niño guapísimo”.
“Siempre se me ponía durísima cuando me depilabas de pequeño”, le dijo uno de los testigos al acusado en una de esa conversaciones. “Te acuerdas de una vez que nos pusiste a otro y a mí en el cuarto del ordenador, que nos depilaste a los dos. Con la cámara pequeña que tenías, que nos hiciste fotos”, añadió en la misma, pero una vez más no se acordaba de esa conversación. El mismo reconoció que ya mayor de edad ha enviado fotos y vídeos de carácter erótico al acusado, recibiendo una compensación económica a cambio por parte del exprofesor, tal y como ha podido demostrar la fiscal.
Las Penas, como espacio común
Muchos de los jóvenes declarantes han asegurado formar parte también de la Cofradía de las Penas, de la que el acusado era Hermano Mayor, uno de ellos relataba que «lo conocí en el colegio y después de la cofradía”, ha dicho.
El acusado está recibiendo el apoyo y está acompañado durante el juicio por varios miembros de la Hermandad de las Penas, dos de ellos antiguos alumnos suyos. En 2018, en la madrugada del Viernes Santo, esta entidad religiosa le dedicó la última ‘levantá’ de uno de sus pasos a quien fuera su hermano mayor, hoy sentado en el banquillo, y por entonces investigado judicialmente por delitos sexuales.