El exministro surcoreano de Defensa, Kim Yong-hyun, fue detenido este domingo por orden de la fiscalía, en el marco de una investigación sobre la ley marcial decretada recientemente por el presidente Yoon Suk-yeol. La medida ha generado una ola de conmoción en el país, con sospechas de que podría constituir un delito de traición o sedición.
Kim, quien presentó su dimisión el pasado jueves, fue arrestado tras ser interrogado por la fiscalía. La unidad especial de investigación designada para el caso anunció la detención y la confiscación de su teléfono móvil. Antes de su arresto, Kim había expresado públicamente su intención de cooperar con las autoridades.
La situación política en Corea del Sur es tensa, especialmente después de que fracasara una moción para destituir al presidente Yoon en la Asamblea Nacional. El partido gobernante boicoteó la votación, lo que ha intensificado las protestas en todo el país.
Posibles Delitos de Traición o Sedición
La fiscalía decidió arrestar a Kim de manera urgente debido al riesgo de destrucción de pruebas relacionadas con los posibles delitos de traición o sedición. Según el código penal surcoreano, estos delitos pueden conllevar penas severas, incluida la cadena perpetua.
Kim es considerado una figura cercana al presidente Yoon y uno de los principales impulsores de la aplicación de la ley marcial. Su arresto marca un punto crítico en la crisis política que enfrenta Corea del Sur.
El presidente Yoon ha pedido disculpas por la declaración de la ley marcial, pero ha dejado su futuro político en manos de su partido, optando por no dimitir. Esta decisión ha generado más incertidumbre en el panorama político del país.
La dimisión de Kim fue aceptada por el presidente Yoon el pasado jueves, señalándolo como responsable de la implementación del estado de excepción que ha desencadenado la mayor crisis política en la historia reciente de Corea del Sur.