Según se puede observar en el vídeo al que ha tenido acceso El Foro de Ceuta, un trozo del vallado que cayó el pasado jueves, 27 de agosto, lo hizo sobre uno de los trabajadores, que soportó gran carga sobre su espalda y salió ileso «de milagro»
Además, hasta la zona del vallado que se desplomó sin que los operarios tuviesen tiempo si quiera de reaccionar, tuvieron que desplazarse algunas unidades de los Grupos de Reserva y Seguridad (GRS) de la Guardia Civil, con el fin de proteger e impedir cualquier intento de entrada irregular mientras se volvía a levantar el tramo que había caído.
Las obras del proyecto del Ministerio del Interior de retirada de las cruentas concertinas que coronaban la valla de Ceuta y su sustitución por elementos «más seguros» y «menos lesivos» continuan avanzando a buen ritmo, pese a este contratiempo que ha supuesto la repentina caída de este trozo de valla en el que se estaba reforzando el apuntalamiento, según fuentes conocedoras del caso, todo apunta a que se retiraron las vigas de sujeción antes de aligerar el peso y que la mala calidad del terreno favoreció la caída.
Desde hace unas semanas, y como avanzó este medio, ya se pueden observar algunos de los tramos elevados hasta los 10 metros de altura, y la incorporación de unos rodillos de gran diámetro que se están colocando en ciertos sectores «más sensibles», en el resto de sectores se pueden ver los tubos huecos de acero que forman un medio arco de desarrollo 150º de radio con una distancia entre tubos de 15 centímetros y un vuelo total de 1,1 metros, una información que pudimos conocer en exclusiva a principios de año.
El estado de alarma decretado por la crisis sanitaria del coronavirus no ha impedido que el Ministerio del Interior detenga su promesa de retirar las concertinas de la valla de Ceuta, para hacer de la misma una frontera más “humana y menos cruenta”. Fuentes del Ministerio del Interior explicaban a este medio hace unas semanas que se trata de “una obra esencial y de carácter estratégico” para la seguridad de la ciudad autónoma, pero reconocían que podría haber “algún retraso” en los plazos de finalización.
Este Plan de medidas para el refuerzo y modernización del sistema de protección fronteriza terrestre en las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla fue aprobado en enero de 2019 por el Consejo de Ministros.
Des Monlcoa aseguran que su objetivo es el de “incrementar la prevención contra la inmigración irregular, mejorar la eficiencia y seguridad de los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y asegurar el pleno respeto a los derechos humanos”.
Control fronterizo y externalización
En una reciente investigación de la Fundación porCausa, publicada en el diario Público, se pone el foco en cómo “las políticas antimigratorias de la Unión Europea (UE) y el discurso de odio contra los migrantes consolidan un nuevo mercado en el que numerosas empresas, principalmente armamentísticas y de seguridad, se lucran exclusivamente con contratos públicos”.
Los datos que recoge la investigación son escalofriantes: “España, frontera sur de Europa, ya es uno de los principales terrenos de juego de la Industria del Control Migratorio (ICM). Desde 2014 hasta 2019, el Gobierno español adjudicó al menos 660,4 millones de euros a las empresas del negocio antimigratorio a través de más de 1.677 contratos públicos, la mayoría sin concurso público”. Todos estos contratos están disponibles en esta base de datos abierta de porCausa. “Solo el 9,7% de los contratos analizados por porCausa fueron destinados a acogida e integración, mientras que cerca del 90% restante se usó para reforzar perímetro fronterizo y sufragar detenciones y expulsiones de migrantes” aseguran.
“España es uno de los principales mercados de esta industria, que ha convertido la frontera sur española en un laboratorio para ensayar proyectos antimigratorios que después son exportados a otros países de la región. Empezando por el uso de la ayuda al desarrollo como mecanismo de presión, un modelo que el conjunto de la UE replicó después durante la crisis de acogida de 2014. Las concertinas (cuchillas de acero) de las vallas de Ceuta y Melilla subvencionadas con fondos europeos y fabricadas por una empresa malagueña, ya coronan las vallas de varios países de los Balcanes y del norte de Europa” aseguran en su informe.
Sin embargo, “el crecimiento de la Industria no logra frenar el flujo de personas que migran: sube el número de muertos en el Mediterráneo, crece la letalidad de otras rutas migratorias y aumenta la población migrante encarcelada”.