EL Grupo de Intervención Psicológica en Emergencias y Catástrofes (GIPEC-Ceuta) es el encargado de prestar asistencia psicológica cuando se producen catástrofes en Ceuta, como los dos últimos incendios en García Aldave. Desde el Colegio Oficial de Psicología de Ceuta (COPCE), explican cuál es el motivo de la intervención, así como la formación y experiencia que tienen las personas que la ofrecen y en qué consiste su trabajo.
Tal y como explica el COPCE, un incendio es una situación angustiosa que genera mucho estrés y unos niveles de ansiedad elevados. Temer por nuestra propia vida o por la de algún ser querido y/o tener total incertidumbre sobre qué va a pasar con nuestro hogar e incluso pensar en la hipótesis de «perderlo todo», son situaciones críticas en las que podemos necesitar ayuda de un/a profesional de la psicología para no vivir crisis de ansiedad, evitar bloqueos mentales e inclusos subidas de tensión.
El GIPEC-Ceuta es el encargado de prestar atención psicológica a las víctimas en estos primeros momentos. Una atención que les pueda ayudar a restaurar el sentido de seguridad, canalizar y gestionar estas reacciones y prevenir la aparición de posibles trastornos futuros.
Formación de los/as profesionales del GIPEC-Ceuta
Así, según informan desde el COPCE: «Los miembros del GIPEC de Ceuta son psicólogo/as especializado/as, que han recibido una formación y preparación específica sobre las características de las crisis, emergencias y catástrofes, como pueden ser accidentes, suicidios, incendios, desastres naturales, etc. y sus consecuencias psicológicas y psicopatológicas en las víctimas tanto directas como indirectas. Esta formación les ha proporcionado las habilidades y competencias necesarias para el conocimiento del impacto psicológico y las reacciones emocionales postraumáticas experimentadas por las víctimas y les ha capacitado para la puesta en marcha de las estrategias de intervención psicológicas necesarias para hacer frente a las necesidades más inmediatas que requieren las víctimas, sus familiares y los intervinientes».
Atención psicológica en el último incendio
En el último incendio de Calamocarro, hubo que despertar y evacuar a varias personas de sus hogares. EL GIPEC recibió la activación por parte de los servicios de emergencia y una psicóloga acompañó y prestó apoyo psicológico a estas familias a lo largo de la mañana, mientras esperaban poder volver a sus casas y observaban expectantes las labores de extinción de incendios por parte de los servicios especializados. Finalmente, desde el COPCE desean que su actividad contribuyese «a que su espera fuera menos angustiosa y más llevadera».