El sur del Líbano ha sido escenario de intensos bombardeos por parte de Israel, con la ciudad de Nabatiyeh sufriendo uno de los ataques más devastadores. Entre las víctimas se encuentra el alcalde de la localidad, Ahmed Kaheel, quien falleció junto a otros cuatro individuos tras el impacto directo en el edificio del Ayuntamiento.
Las autoridades libanesas han confirmado que el ataque no solo cobró la vida del alcalde, sino también de varios trabajadores municipales. Entre los fallecidos se encuentran Sadiq Islamil, miembro del consejo municipal, el fotógrafo Mohamed Salim Baytar, y los empleados Qasim Hijazi y Mohamed Zahri.
Reacción Internacional
El Ministerio de Salud Pública libanés ha calificado el ataque como una ‘masacre’, mientras que la gobernadora regional, Howaida Turk, informó sobre la magnitud del ataque, señalando que se realizaron al menos 11 bombardeos en Nabatiyeh y sus alrededores. La comunidad internacional ha expresado su preocupación por la escalada de violencia en la región.
Impacto Humanitario
Desde el inicio de las hostilidades con Hizbulá el 8 de octubre de 2023, los ataques israelíes han causado más de 2.300 muertes en el Líbano y han desplazado a más de 1,2 millones de personas. La situación humanitaria se agrava día a día, con miles de familias buscando refugio y asistencia.
Contexto del Conflicto
Los recientes ataques en Nabatiyeh son parte de una campaña aérea más amplia llevada a cabo por Israel, que ha intensificado sus operaciones militares en respuesta a las tensiones con Hizbulá. El conflicto ha tenido un impacto devastador en la infraestructura local y ha generado una crisis humanitaria significativa.
La Agencia Nacional de Noticias libanesa (ANN) reportó que los ataques comenzaron alrededor de las 10:15 hora local, cuando aviones de combate israelíes lanzaron una serie de bombardeos sobre la ciudad. Estos eventos ocurrieron poco después de que se registraran ataques en los suburbios del sur de Beirut, conocidos como Dahye.
Perspectivas Futuras
Con la situación en el Líbano deteriorándose rápidamente, la comunidad internacional enfrenta el desafío de mediar en el conflicto y proporcionar ayuda humanitaria a los afectados. Las tensiones entre Israel y Hizbulá continúan siendo una fuente de inestabilidad en la región, y la necesidad de una solución pacífica es más urgente que nunca.