El miércoles, un ataque aéreo israelí en Nabatiyeh, una ciudad situada en el sur del Líbano, resultó en la muerte de al menos cinco personas, incluyendo al alcalde Ahmed Kaheel. El bombardeo impactó directamente en el edificio del Ayuntamiento, causando la muerte de varios trabajadores municipales.
Entre las víctimas se encontraban también Sadiq Islamil, miembro del consejo municipal, el fotógrafo Mohamed Salim Baytar, y los empleados Qasim Hijazi y Mohamed Zahri. El Ministerio de Salud Pública libanés confirmó estas muertes en un comunicado oficial.
La gobernadora regional, Howaida Turk, describió el ataque como una ‘masacre’, señalando que la fuerza aérea israelí lanzó 11 ataques contra Nabatiyeh y sus alrededores. La Agencia Nacional de Noticias libanesa informó que los ataques comenzaron alrededor de las 10:15 hora local.
Desde el inicio de las hostilidades con Hizbulá en octubre de 2023, los ataques israelíes han causado más de 2,300 muertes y han desplazado a más de 1.2 millones de personas en el Líbano. Esta situación ha generado una crisis humanitaria significativa en la región.
Reacciones Internacionales
El primer ministro libanés, Najib Mikati, condenó el bombardeo, calificándolo de ‘deliberado’ y criticando el silencio internacional ante los crímenes cometidos por Israel. Mikati cuestionó qué medidas podrían disuadir a Israel de continuar con estos ataques.
En respuesta a los bombardeos en Nabatiyeh, se registraron ataques adicionales en los suburbios de Dahye, en Beirut. Estos ataques apuntaron a un supuesto almacén subterráneo de armas de Hizbulá, según el Ejército israelí, que afirmó haber tomado medidas para minimizar el riesgo a la población civil.
Impacto Humanitario
Los continuos bombardeos han exacerbado la crisis humanitaria en el Líbano, con miles de civiles desplazados y una infraestructura severamente dañada. Organizaciones internacionales han llamado a un cese inmediato de las hostilidades y a la protección de los civiles en las zonas afectadas.
El conflicto en la región sigue siendo una preocupación global, con implicaciones significativas para la estabilidad y la seguridad en el Medio Oriente. La comunidad internacional enfrenta el desafío de mediar en una solución pacífica y sostenible para evitar más pérdidas humanas y sufrimiento.