La ciudad de Múnich ha sido escenario de un atropello masivo que ha dejado al menos 30 personas heridas, dos de ellas de gravedad. El incidente ocurrió durante una manifestación convocada por el sindicato Verdi, en el marco de una huelga. Según las primeras investigaciones, las autoridades consideran que podría tratarse de un atentado deliberado.
El conductor del vehículo, identificado como Farhad N., un ciudadano afgano de 24 años con antecedentes por drogas y hurtos, ha sido detenido por la Policía. Testigos afirman que el vehículo, un Mini Cooper, se acercó por detrás de la marcha, adelantó a los coches de la Policía que escoltaban la protesta y embistió contra el grupo de manifestantes. Algunos informes indican que el sospechoso publicó mensajes islamistas antes del ataque, lo que refuerza la hipótesis de un atentado.
El primer ministro de Baviera, Markus Söder, calificó los hechos de «terribles» y afirmó que «presumiblemente se trata de un atentado». «Respondemos a cada uno de estos ataques con prudencia, pero nuestra determinación está creciendo», declaró Söder. Mientras tanto, el canciller alemán Olaf Scholz exigió que la justicia actúe con firmeza y pidió que el autor del ataque sea encarcelado y deportado.
El atropello se produjo en la plaza Stiglmaierplatz, donde los servicios de emergencia acudieron rápidamente para asistir a los heridos. Entre las víctimas se encuentran niños y varios funcionarios locales, según confirmó el vicealcalde de Múnich, Dominik Krause. «Esto hace que el acto sea aún más abyecto», lamentó.
La Policía ha activado un operativo de seguridad en la zona y ha solicitado a la población evitar circular por el área para facilitar el trabajo de los servicios de emergencia. Se ha instalado un punto de información para testigos del suceso y se ha insistido en que cualquier persona con datos relevantes se comunique con las autoridades.
Este incidente ocurre menos de dos meses después del atropello masivo en Magdeburgo, donde murieron cinco personas y 200 resultaron heridas. Además, se produce en un contexto de creciente preocupación por la seguridad en Alemania, especialmente a pocas semanas de las elecciones del 23 de febrero. Políticos de diferentes partidos han manifestado su preocupación y han insistido en la necesidad de reforzar las políticas de seguridad e inmigración.
Las autoridades han confirmado que la Oficina Central de Baviera para el Extremismo y el Terrorismo de la Fiscalía ha asumido la investigación del caso. Aunque por el momento no se ha establecido una conexión con la Conferencia de Seguridad de Múnich, un evento que reúne a importantes líderes políticos y que se celebra este fin de semana, el estado de alerta en la ciudad ha aumentado considerablemente.
![](https://media-cdn.elperiodicodeceuta.es/media/2025/02/13200058/234677b5-8b28-40c5-9aa7-d10c6471462d_16-9-discover-aspect-ratio_default_0.jpg)