El Ministro del Interior se reúne con María Gámez y con el mando de los Equipos Mujer-Menor de la Institución ante el repunte de casos de violencia de género. Para el refuerzo de efectivos sobre los grupos VIOGEN es necesario que no se detraigan más agentes de Seguridad Ciudadana y se incluyan a compañeros en reserva. La especialidad se debe crear correctamente desde su base y dotarla de medios
Los trágicos sucesos que están teniendo lugar desde finales de año han llevado al Ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, a reunirse con la Directora General de la Guardia Civil, María Gámez, y con el Coronel encargado de los Equipos Mujer-Menor (EMUME), integrados en el Cuerpo. La cúpula del Departamento analizó el aumento de casos de violencia de género también con la presencia del Director General de la Policía Nacional, con la jefa de la Unidad Central de Atención a la Familia y Mujer de la Policía Nacional y con otros cargos de Interior.
La determinación de reforzar a los Equipos VIOGEN llega en un momento más que necesario y, en cumplimiento de la cláusula tercera del Acuerdo de Equiparación Salarial de 2018, se deberían integrar en los mismos a los Guardias Civiles en reserva. Detraer a efectivos de Seguridad Ciudadana para que formen parte de los Equipos VIOGEN no hace más que nutrir la problemática de una plantilla cada vez menor. La carga de trabajo que soportan los Guardias Civiles de Unidades operativas incrementa casi a diario y son quienes más sufren la falta de personal por la creación de Equipos de este tipo.
Los Grupos VIOGEN, ROCA, Arroba, entre otros, han surgido como respuesta policial al aumento de determinadas actividades delictivas, a la evolución o aparición de nuevos crímenes. Son una forma de adaptación a los nuevos retos que se plantean en la sociedad, pero para que estas Unidades dispongan de agentes no se puede continuar esquilmando a Seguridad Ciudadana y sus patrullas. La Dirección General de la Guardia Civil debería atender el malestar que predomina y cubrir de manera planificada estos puestos, dejando atrás el actual sistema de traspaso de agentes sin un catálogo previo de puestos de trabajo, sin transparencia, sin concursos de méritos ni consideración de la experiencia profesional.
La solución que proponemos desde la Asociación Unificada de Guardias Civiles tiene una triple vertiente. Como indicamos, destinar a los compañeros en reserva a estas Unidades sería una propuesta eficiente. A la vez de paliar la falta de personal que hay en los Equipos VIOGEN y en los demás, se dejaría de dañar a Seguridad Ciudadana y serviría para dar cumplimiento a la cláusula tercera del Acuerdo de Equiparación Salarial. A través de la misma se dotan 100 millones de euros en cada ejercicio para incentivar el reingreso del personal de Segunda Actividad sin destino y Reserva no ocupada. Tras la correspondiente formación especializada, se podría prestar una atención apta a las víctimas, motivo por el cual VIOGEN tendría que ser reconocida como una especialidad pero, como indicamos, bien creada desde su base y dotando a la Unidad con los recursos necesarios de los que hoy carece para afrontar esta lacra.
El servicio que se le da a la víctima podría ser de mejor calidad, proporcionándole mayor protección si los medios fueran suficientes y adecuados. La Ley ya establece las medidas, pero las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado deben disponer de herramientas para hacerlas eficaces. Este problema exige la transversalidad de actuación de varios organismos y áreas, partiendo de la educación, información y formación.