Hablamos con Laura E. Riveiro Villodres, profesora de Lenguaje musical del Conservatorio Ángel García Ruiz de Ceuta sobre el aula musical de adultos del Conservatorio. Durante estos días de confinamiento siguen aprovechando el tiempo y ya han grabado dos vídeos con los que nos animan a quedarnos en casa, aseguran que habrá más. Pasen y disfruten
Laura Riveiro nos explica que el aula musical de adultos nació en el año 2014, «por aquel entonces había varios grupos de alumnos adultos que estaban estudiando de manera oficial en el conservatorio», pero con el traslado desde González de la Vega al IES Siete Colinas «hubo un descenso importante de alumnado infantil, entonces se le dio cabida a muchos adultos que querían estudiar algún instrumento en el conservatorio». Cuando finalmente, el Conservatorio se trasladada a la Plaza de Nelson Mandela, ese alumnado adulto que había continuado estudiando, pero «llega un momento la dificultad iba aumentando y con sus cargas profesionales y familiares, no podían seguir estudiando en el Conservatorio de manera oficial, pero no querían perder el lazo, ya no solamente de aprendizaje musical, si no también ese lazo afectivo que se había establecido con otros compañeros y profesorado».
Es entonces cuando «se nos ocurre la idea de hacer un aula musical, similar al aula de mayores de la Universidad, con la idea de que ese alumnado siga conectado con el Conservatorio. La idea es que mantengan ese aprendizaje de manera más llevadera sin tanta carga lectiva y sin tanto esfuerzo que requiere la enseñanza profesional del conservatorio».
Según nos explica la profesora, los cursos comienzan en octubre y realizan actividades hasta junio, «coincide con el curso escolar». las actividades normales se van mezclando clases magistrales de aspectos relacionados con la música, impartidas por el profesorado del Conservatorio y de otros centros educativos, «siempre de manera altruista» especifica Laura Riveiro, quien añade que «tenemos talleres de iniciación a instrumentos, de manera muy básica y la actividad del coro que es la que por ahora esta teniendo más éxito». Pero en el aula musical de adultos no solo se canta o se aprende a tocar instrumentos, el alumnado que tiene entre 50 y 83 años, también baila, «tenemos un taller que les encanta, es un taller de danza en línea que lo imparte una alumna del Conservatorio, Mari Carmen Bernet».
Según nos explica Laura Riveiro, este aula es un proyecto en el que los profesores que participan lo hacen de forma altruista y fuera de su horario laboral, «lo hacemos porque nos apetece y porque darles clase tiene una recompensa muy importante: valoran muchísimo lo que vamos aprendiendo y tienen mucha ilusión, algo que se contagia y hace que tengas ganas se seguir cada día».
Llega el confinamiento y los vídeos saltan a las redes sociales
Con el decreto de estado de alarma y la obligatoriedad de quedarse en casa, la profesora del aula musical de adultos ha reinventado sus clases, «no pensaba que se fuera a prolongar tanto tiempo» reconoce y es por eso que decidió mantener el contacto con este alumnado al igual que con el alumnado oficial, «que de hecho llevamos bastante tiempo con las clases online». «Les envié un vídeo para informarles de que íbamos a seguir haciendo cosas, y que debían seguir practicando lo que hemos aprendido presencialmente en el taller de coro, como calentar la voz, la respiración… les mando ejercicios de este tipo para que lo sigan haciendo». Tras esta experiencia, Laura Riveiro dio un pasito más y se le ocurrió la idea de hacer un vídeo en el que «haciendo el montaje podamos cantar y participar todos juntos». Es entonces cuando hace un mes, graban y editan un primer vídeo «con un conocido canon de Mozart al que le modifico la letra adaptándola a la situación actual… el canon se termina llamando «Cuídate, cuídame»».
«Es una iniciativa bonita» reconoce y es por eso que van a seguir haciéndolo, nos asegura. Tras el éxito del primer vídeo, llega el segundo, se trata del Himno de la Alegría, que ya interpretaron el año pasado de forma presencial. «Les envío vídeos donde canto, en este caso las diferentes voces del trabajo coral, lo ensayan en casa y cuando están preparados, se graban, me lo envían y hago el montaje y como les gusta mucho y está saliendo bastante bien, haremos más cositas», nos asegura la profesora.