Aurélie Chamerois es una periodista francesa que trabaja como corresponsal freelance en España y que está en Ceuta para participar en el curso de verano de la UNED “Imagen y poder de los medios de comunicación”. Chamerois disertará sobre la imagen de España en Francia y del trabajo del corresponsal internacional.
Además de participar en el curso que organiza la UNED, Aurélie Chamerois aprovechará su visita a Ceuta para hacer un reportaje sobre la ciudad. Advierte de antemano que, al trabajar como freelance, tendrá que convencer a las redacciones con las que colabora de que un reportaje sobre Ceuta es interesante. Por ello, Chamerois pretende enfocar su trabajo hablando de la «situación única que tiene Ceuta como enclave español en África». Aunque, en este sentido, la periodista francesa ha confesado que se esperaba una ciudad más africana y se ha mostrado sorprendida por «el toque andaluz» que tiene Ceuta, «aterrizas aquí y parece que estás en Andalucía. No es muy conocida la ciudad, ni su situación, en Francia», señalaba Chamerois.
Sobre la imagen que tienen los españoles para la sociedad francesa, la periodista segura que es mejor de lo que pensamos: «España tiene muy buena imagen en Francia. Los españoles creen que no, pero sí. Tienen un vínculo afectivo, un cariño hacia España desde hace mucho tiempo. También están los estereotipos típicos de que España es el país de la fiesta, la siesta, sol y playa, que es el país de las vacaciones… Aunque esto va cambiando poco a poco».
Aurélie Chamerois explica cómo se vive el conflicto de Cataluña en Francia
Aurélie Chamerois asegura que los francesas y las francesas sintieron un gran interés por el conflicto de Cataluña en 2014 con la primera consulta y que ha vuelto a haber un repunte de ese interés desde el referéndum del 1 de octubre de 2017. «Los francesas estaban muy sorprendidos de que pasase algo así, justo al lado. En Francia no tenemos autonomías, ni tenemos esas identidades regionales tan fuertes como las que hay aquí en España. Hubo que explicarlo y la gente se apasionó. Era como una serie de televisión, cada día pasaba algo. La gente se preguntaba cómo podía ser que eso estuviese pasando en Europa».