Tundidor lleva entre 72 y 96 horas desaparecido. Pese a los esfuerzos encomiables de las autoridades ecuatorianas, así como de los servicios de rescate y las decenas de voluntarios que participan en su búsqueda, sigue sin haber noticias del joven gaditano. Familia, amigos y compañeros del desaparecido no pierden la esperanza pero el tiempo juega en su contra.
Walter Miranda Ruiz, mayor del Cuerpo de Bomberos de la ciudad ecuatoriana de Tena, anunciaba que hoy se aumenta el dispositivo de rastreo con la llegada de más profesionales especializados en rescate en aguas rápidas. Miranda explicaba a EFE que reorganizarán los grupos de búsqueda para cubrir más superficie. Hasta ahora los esfuerzos se habían centrado en peinar el río Jatunyaku. Entre las personas que participan en la búsqueda del joven destaca la presencia de miembros de la población indígena de la zona, que no han dudado en sumarse al dispositivo.
Que se haga todo lo posible
Ayer, compañeros y compañeras de Tundidor se congregaban en el Campus Universitario de Ceuta para pedir que no cesen los esfuerzos en las labores de rescate de su compañero. Antonio Ramírez, estudiante de enfermería y compañero de Tundidor, notablemente afectado, atendía a los medios de comunicación:
«Hacemos esta concentración para darles todo nuestro apoyo y ánimo a Manuel. Deseamos que todo se resuelva lo antes posible y que aparezca bien. Damos también nuestro apoyo a su familia, a los compañeros que están allí en Ecuador y las gracias a todas las personas implicadas: nuestra Facultad, la de Ecuador, los equipos de rescate… Sabemos que hay un gran equipo movilizado y muchos medios implicados, aunque las labores están siendo dificultosas por las condiciones del río. Hacemos un llamamiento a que se haga todo lo posible para encontrar a Manuel.»
Tundidor está cursando el cuarto año del grado de Enfermería y se encontraba en Ecuador disfrutando de una beca universitaria para realizar prácticas externas. Llevaba menos de dos semanas en Ecuador cuando desapareció. Ramírez asegura que es un chico «alegre, extrovertido. Siempre es el que nos anima a todos cuando nos juntamos». También explicaba Ramírez que junto a Tundidor, en el río, se encontraba otro compañero que pudo correr la misma suerte, pero que, finalmente, consiguió asirse a algún saliente y evitó ser arrastrado por la corriente.
Fotografías de Antonio Sempere