Este miércoles, Faro, en Portugal, se convierte en el epicentro de la colaboración ibérica con la celebración de una cumbre que promete avances significativos en infraestructura. Para el primer ministro portugués, Luis Montenegro, esta es una oportunidad para consolidar su visión de un Portugal más conectado con España.
Alta Velocidad y Sostenibilidad
Portugal ha manifestado su intención de apostar por la alta velocidad, especialmente en la conexión Lisboa-Madrid, una de las rutas menos eficientes en términos de transporte ferroviario en Europa. Este proyecto no solo busca mejorar la conectividad, sino también reducir las emisiones de carbono al disminuir el número de vuelos entre ambas capitales, que actualmente transportan a millón y medio de pasajeros al año.
El próximo Mundial de Fútbol de 2030 se presenta como una fecha clave para completar estas obras, lo que subraya la importancia de cumplir con los plazos establecidos.
Proyectos en Marcha
En territorio portugués, ya se ha completado la línea de alta velocidad desde Évora hasta la frontera con Badajoz, abarcando 90 kilómetros. En España, la línea Badajoz-Plasencia está en desarrollo, con planes de extenderla hasta Talavera y Madrid. Estos esfuerzos conjuntos reflejan un compromiso compartido para mejorar la movilidad entre ambos países.
Conexiones Atlánticas y Nuevas Autovías
Además de la alta velocidad, Portugal prioriza la creación de un eje atlántico que conecte Lisboa, Oporto y Vigo, reduciendo significativamente los tiempos de viaje. Galicia, en particular, presiona para que estos trabajos comiencen pronto, buscando asegurar tanto el compromiso como la financiación del estado español.
En la cumbre también se discuten nuevas conexiones transfronterizas por carretera, con propuestas para nuevos tramos de autovía que mejoren el acceso entre Quintanilla y Zamora, así como entre Castelo Branco y Plasencia.
Puentes Internacionales y Retos Hídricos
Entre los acuerdos previstos, destaca la construcción de dos puentes internacionales: uno entre Nisa y Cedillo, y otro entre Sanlúcar de Guadiana y Alcoutim. Estos puentes no solo facilitarán el tránsito, sino que también responderán a demandas históricas de las comunidades locales.
Un tema crucial en la cumbre es la gestión del agua, especialmente en los ríos Tajo y Guadiana. Se espera alcanzar un acuerdo que garantice caudales ecológicos mínimos y penalice las extracciones ilegales, asegurando así un suministro sostenible para ambos países.
Recuperación de Servicios y Futuro Común
Las asociaciones ferroviarias esperan que la cumbre impulse la recuperación de servicios desaparecidos, como el tren nocturno Lisboa-Madrid y la línea Sevilla-Huelva-Faro. Estos servicios son vitales para fortalecer los lazos económicos y culturales entre las regiones.
En resumen, la cumbre ibérica en Faro representa un paso significativo hacia una mayor integración y cooperación entre España y Portugal, con proyectos que prometen transformar la movilidad y la gestión de recursos en la península ibérica.