Las familias de los dos jóvenes marroquíes están desesperadas, porque llevan seis días sin tener noticias de ellos. Salieron en un kayak desde Castillejos y hasta hoy nada se sabe de su paradero
Tras localizar a la familia de Ayoub Fakhari, lo primero que han hecho al descolgar el teléfono ha sido preguntar si teníamos noticias de él, sin embargo sólo hemos podido ofrecernos a contar su historia para dar la voz de alarma sobre su desaparición en el mar.
La gran crisis migratoria que está sufriendo el norte de Marruecos en los últimos años, acrecentada este último con el cierre de la frontera del Tarajal y la profunda crisis económica que ha provocado en las regiones norteñas, provoca todavía un drama mayor: el de decenas de jóvenes que desaparecen en la gran tumba del Mediterráneo.
Ayoub tiene 18 años y es de un pueblo llamado Wazan, cerca de Chaouen, desde hacía tiempo trabajaba en Castillejos en el oficio del yeso, con el dinero que ganaba mantenía a su familia. El pasado sábado Ayoub llamó a uno de sus tres hermanos, le dijo que iba a irse a Ceuta en un kayak con un amigo, Dahani Bilal.
«Reza por mi hermano, que esta noche paso a Ceuta«, estas fueron las últimas palabras que escucharon de su boca. Hasta hoy no han vuelto a saber nada de él, la desesperación ha hecho que empiecen a movilizarse en redes y una página de Castillejos, ‘Fnideq Nacional’ ha dado la voz de alarma.
Según las últimas cifras del Informe Quinquenal de Inmigración del Ministerio del Interior, hasta el 31 de enero habrían llegado a Ceuta 35 personas por vía marítima y 135 por vía terrestre, pese a estar la frontera cerrada. Sin embargo no hay un registro de personas desaparecidas, según las autoridades porque es casi imposible saber quiénes se tiran al mar y si han llegado o no a su destino.
La historia de Ayoub Fakhari y Dahani Bilal forma parte de estas desapariciones y fallecimientos no contados en ninguna estadística, excepto en las que realizan algunas organizaciones defensoras de los Derechos Humanos como Caminando Fronteras o la APDHA. Estos jóvenes son dos de los muchos que desaparecen en la ruta migratoria de la Frontera Sur, y en concreto en los pocos metros que separan Ceuta de Marruecos.