Con motivo del 218 aniversario de la creación del regimiento real de zapadores minadores, el teniente coronel Carlos Aparicio Gandullo, destinado en el RING7 de la COMGECEU, ha escrito este artículo histórico
“LAS BANDERAS DEL REGIMIENTO REAL DE ZAPADORES-MINADORES HASTA EL REGIMIENTO DE INGENIEROS N.º 7”
17 DE ABRIL DE 1711 – CREACIÓN DEL REAL CUERPO DE INGENIEROS
En los ejércitos de España siempre hubo hombres que, mediante su “Ingenio”, atendieron las necesidades técnicas que estos demandaron en cada momento de la historia: los Ingenieros. Hasta principios del XVIII, eran unos militares que no formaban corporación y que se reclutaban entre los oficiales que tenían ciertos conocimientos de matemáticas y fortificación y, más especialmente, entre los extranjeros que se distinguían como ingenieros en Italia, Flandes o Alemania.
El 17 de abril de 1711, en cumplimiento del encargo hecho por el Rey Felipe V a su Ingeniero General de los Ejércitos, Don Jorge Prospero de Verboom, se crea el Real Cuerpo de Ingenieros que aglutinó a los Ingenieros “de todos los Reales Ejércitos, plazas, y fortificaciones de todos los reinos, provincias y estados de S.M.”.
Pero el Cuerpo y estos oficiales carecían de tropas y, consecuentemente, de unidades y banderas.
5 DE SEPTIEMBRE DE 1802 – CREACIÓN DEL REGIMIENTO REAL DE ZAPADORES- MINADORES
A finales del siglo XVIII, se seguían creando y disolviendo tropas de Zapadores, y a los Ingenieros, todavía, se les asignaban soldados procedentes de infantería, caballería y artillería, ignorantes en las tareas que habían de desempeñar como zapadores.
A instancias del Ingeniero General Don José de Urrutia, el 5 de septiembre de 1802 se crea el Regimiento Real de Zapadores-Minadores (RRZM), en cuyas filas se encuadran las primeras Tropas de Ingenieros mandadas por parte de los Oficiales Ingenieros ya existentes.
En el “Reglamento para la Creación y Organización de un Cuerpo de Zapadores y Minadores en Alcalá de Henares”, firmado en Fraga en la fecha citada, dice:
Artículo 1.- El Real Cuerpo de Zapadores, ínterin no tenga Yo por conveniente aumentarlo con proporción á las urgencias de mi servicio, constará de un solo Regimiento de dos Batallones; cada uno de éstos se compondrá de cinco compañías, la una de Minadores y las cuatros restantes de Zapadores…”.
Artículo 5.- A este Cuerpo se le considerará la misma antigüedad que al de Ingenieros. (17 de abril de 1711).
Artículo 6.- Cada Batallón tendrá una bandera igual en sus dimensiones alas que tienen los Regimientos de Infantería: la primera bandera será morada con el escudo de mis Reales armas, y el lema, Real Cuerpo de Zapadores y Minadores: la segunda ha de ser también morada, con la cruz de Borgoña y el mismo lema: en dos de sus ángulos tendrá un castillo, y en los otros dos un león.
En aquella época las unidades con derecho al uso de bandera eran los Batallones. Cuando un Regimiento se componía de varios batallones tenía tantas banderas como estos y, como la Jefatura del Coronel que lo mandaba, junto con su Plana Mayor, se ubicaba como norma
en donde estaba el primer batallón, a su bandera se la denominaba “bandera Coronela”, con la que iba el Coronel.
Esta Bandera “Coronela” citada en el artículo 6 del Reglamento (Imagen 1) es con la que, al sobrevenir la Guerra de la Independencia y producirse la famosa «Fuga de los Zapadores», está documentado que en la tarde y noche del 24 de Mayo de 1808, a las órdenes del Sargento Mayor José Veguer (empleo equivalente hoy al de Comandante), «desplegando la bandera del primer Batallón (Coronela), a tambor batiente, llevando consigo todo el armamento, municiones, vestuario y caja del Regimiento, formados en columna, emprendieron la marcha», con intención de llegar a Zona Nacional, lo que consiguieron entrando triunfalmente en Valencia el 7 de junio. Con las compañías de Alcalá y otras procedentes de los gremios valencianos se formó inmediatamente el “Regimiento de Zapadores-Minadores de Valencia” que se empleó en defender la ciudad de las acometidas del Mariscal Moncey. Sus componentes participaron también en la batalla de Tudela, y probablemente en el segundo sitio de Zaragoza.
De esta Bandera del Regimiento Real que llegó a Valencia, nada se sabe, resultando desaparecida tras la Guerra de la Independencia.
Quizás esa es la causa de que sea mucho más conocida e identificada con el Regimiento Real de Zapadores-Minadores la Bandera del 2º Batallón (Imagen 2), que es con la que se combatió en Bailén, resultando muy dañada, y que ha sido profusamente representada en cuadros y dibujos.
El Regimiento Real de Zapadores-Minadores, con base en Alcalá de Henares, casi desde sus inicios se desplegó por toda la Península. Las Tropas del Regimiento que estaban en el sur de España, agrupadas bajo la Bandera del 2º Batallón de Zapadores-Minadores, combatieron heroicamente en la Batalla de Bailén con el llamado “Ejército de Andalucía” a las órdenes del General Castaños:
- La Jefatura y la Plana Mayor del 2º Batallón se encontraban en el Campo de Gibraltar al mando del Teniente Coronel don Francisco Jacot.
- 1ª Compañía de Zapadores en Badajoz.
- 2ª Compañía de Zapadores en Cádiz, al mando del Capitán D. Gaspar de Goicoechea.
- 3ª Compañía de Zapadores en Ceuta al mando del Capitán 1º don Tomás Pascual de Maupoey.
- 4ª Compañía de Zapadores en el Campo de Gibraltar.
- Compañía de Sevilla: En Sevilla, para sustituir a la Compañía de Minadores que se encontraba prisionera en Lisboa, se creó una compañía, de tal forma que el 2º Batallón, casi al completo, participó en Bailén.
Estas dos primitivas banderas, de las que se ha conservado solo esta última citada, al ser cuadradas, debían responder en sus dimensiones a la orden dada por Carlos III en 1768, que concretaba que tuviesen «siete cuartas en cuadro» (equivalente a 1.460 mm.), pero por alguna razón se confeccionaron próximas a un metro de lado.
Quizás la Bandera Coronela extraviada pudo ser algo mayor, pues sin haber ningún tipo de legislación intermedia, al finalizar la Guerra de la Independencia, y organizarse de nuevo el Regimiento Real de Zapadores-Minadores en 1814, por haber desaparecido la primera, se le dotó de una nueva «Coronela» (Imagen 3), que se conserva en el Museo del Ejército, y que forma un cuadro de 1,30 m. de lado. Esta bandera presenta también como curiosidad, una torre en cada esquina, cuando lo legislado era que tuviera solo dos.
Desde este año de 1814 hasta 1828 el Regimiento fue variando su denominación
• 1815 – REGIMIENTO REAL DE ZAPADORES MINADORES PONTONEROS
- 1821 – REGIMIENTO NACIONAL DE ZAPADORES MINADORES PONTONEROS
- 1824 – REGIMIENTO REAL DE ZAPADORES-MINADORES-PONTONEROS
- 1828 – REGIMIENTO REAL DE INGENIEROS
pero mantuvo las mismas enseñas.
EL COLOR MORADO, FUENTE DE DISCREPANCIAS
Hay que hacer una importante puntualización en cuanto al color de las mismas. La palabra «morada» que aparece en el Reglamento de S.M. de 1802 ya citado, y la interpretación que hasta entonces se tenía de ese color, no corresponde al que hoy consideramos como tal.
Era más bien, según las conclusiones a que se llegó posteriormente, una especie de rojo- azulado en que parece ser, degeneró el antiguo y tradicional «carmesí» y nos referiremos a él como «morado-rojo», al que algunos autores identifican como el «púrpura».
Confirma esta afirmación, la bandera que combatió en Bailén, única de 1802, que puede contemplarse en el Museo del Ejército.
Esta designación de «morado» usado en el Reglamento de Ingenieros y utilizado profusamente en documentos posteriores, fue la causa de un sin fin de equívocos.
La confusión se hizo irreparable cuando el año 1832, la Reina Cristina donó entre a otras Unidades, una Bandera Coronela al Regimiento Real de Zapadores-Minadores-Pontoneros que era de color morado oscuro.
A partir de entonces, el primitivo «morado» de la Ordenanza (morado-rojo), se confundirá con el actual (morado-azul), y todas las banderas posteriores de los Ingenieros responderán a este último color.
El error mencionado, identificando el nuevo morado con el antiguo «carmesí», hizo defender la teoría de que las tropas de la Real Casa, habían utilizado siempre el color morado, y éste fue tomado como color preeminente. La consecuencia inmediata fue que las Tropas Reales y otras que no lo eran, lo reclamaron para sí.
D. José Admirall, en la obra «Las Banderas Españolas de 1704 a 1977”, pág. 43, hace el esclarecedor comentario: «quiero destacar el informe de los Oficiales de Ingenieros, quienes rechazan el color morado-oscuro que les impusieron al regalarles la Reina una bandera y luego por sus Ordenanzas, reclamando el uso del color carmesí, que siendo el tradicional en España, es el que les correspondía».
Y D. Antonio Manzano, en su obra «Banderas Históricas del Ejército Español», Ministerio de Defensa, 1997, pág. 66, dice: «Sobre el color morado se iba formando la idea (inexacta), de que había sido el representativo del viejo Reino de Castilla, de tal modo que el Guion Real pasó a ser de este color».
BANDERA CORONELA “CRISTINA”
El 10 de octubre de 1831, fecha en que cumplió un año S.A. la Infanta Isabel (futura Reina Isabel II), la Reina D.ª María Cristina de Borbón dispuso la entrega de una bandera a un regimiento o Cuerpo de cada Arma o Instituto, como “un testimonio público de mi aprecio por la lealtad con que sostienen los sagrados derechos del Rey”. Estas banderas se conocieron como “Cristinas”.
El 20 de junio de 1832, la Reina, regaló al Regimiento una bandera (Imagen 4) en la que aparecen profusión de atributos de la unidad junto con las armas reales, la cual sustituyó a la anterior.