Begoña Gómez, esposa del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha sido el centro de atención en la primera jornada de la comisión de investigación en la Asamblea de Madrid. Esta comisión tiene como objetivo investigar si hubo un trato de favor en la creación de su cátedra en la Universidad Complutense de Madrid (UCM).
En su breve intervención, Gómez defendió su trayectoria profesional, afirmando que ha trabajado con esfuerzo y dedicación, al igual que millones de mujeres. Denunció que la comisión tiene un claro objetivo político, impulsado por el Partido Popular (PP), y se acogió a su derecho a no declarar.
La expectación mediática fue alta, con fuertes medidas de seguridad en la Cámara madrileña. Gómez llegó al lugar por el garaje, mientras que la organización Hazte Oír la recibió con autobuses que llevaban mensajes críticos hacia ella y el presidente Sánchez.
La presencia de Gómez en la comisión era obligatoria debido a las investigaciones en curso por presuntos delitos de tráfico de influencias, corrupción en los negocios, apropiación indebida del software de la UCM e intrusismo profesional. Sin embargo, optó por no responder a las preguntas formuladas.
El juez Juan Carlos Peinado, del Juzgado de Instrucción número 41 de Madrid, ha imputado a Gómez por estos delitos, lo que ha intensificado la polémica en torno a su figura y ha sido utilizado por la oposición como arma política contra el Gobierno central.
El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) ha calificado la citación de Gómez como un «circo mediático» y una «persecución» política. Juan Lobato, líder del PSOE-M, acompañó a Gómez en su entrada a la Asamblea, mostrando su apoyo.
Durante la sesión, cada grupo parlamentario tuvo 20 minutos para interrogar a los comparecientes. Gómez estuvo respaldada por miembros destacados del PSOE, incluyendo a Marta Bernardo, secretaria de Organización del PSOE-M, y Jesús Celada, portavoz adjunto en la Asamblea.
Por otro lado, tanto el rector de la Universidad Complutense como la interventora, María Elvira Gutiérrez-Vierna, han mostrado disposición para colaborar con la comisión y responder a todas las preguntas planteadas.
El PP propuso esta comisión con el fin de «limpiar el nombre» de la universidad tras las noticias publicadas sobre las cátedras y másteres de Gómez en la UCM. La investigación continuará hasta febrero, manteniendo el interés público y mediático.