Decenas de personas de Beliones, la mayoría mujeres empleadas del hogar, se han congregado a las puertas de la Delegación del Gobierno para protestar por el cierre del paso de Beliones. Presentaron un escrito a la Delegada y diez días después seguían sin respuesta. Este viernes han conseguido una reunión a las 11 con Salvadora Mateos
El paso fronterizo entre Benzú y Beliones permanece cerrado desde la mañana del 30 de agosto cuando decenas de jóvenes migrantes lo utilizaron para entrar a Ceuta de manera irregular. Ese paso, clausurado a las mercaderías desde hace casi dos décadas, era la puerta rápida de conexión entre los dos pueblos de la frontera. Los residentes de Benzú van a ver a la familia o al cementerio musulmán. Por su lado, alrededor de un centenar de trabajadoras y trabajadores de Beliones trabajan en Ceuta, la mayoría limpiando casas. También niños y niñas marroquíes que van a la escuela en España.
Piden el paso de toda la vida
Desde Delegación del Gobierno no se ha comunicado, oficialmente, si este cierre es temporal o indefinido. Las trabajadoras del pueblo vecino lamentaban esta mañana en la Plaza de los Reyes, que el rodeo que tienen que hacer hasta sus trabajos les supone tiempo, incertidumbre para ver como estará el Tarajal, incomodidad por las colas y el hacinamiento en la entrada y pérdidas económicas por el transporte hasta llegar a su empleo. «Pedimos que nos dejen pasar a los residentes de toda la vida», exigía». Un ejemplo de las molestias es la de una trabajadora que tiene que llegar a cuidar unos niños a las 7.30 de la mañana y no puede porque la Frontera abre el paso a las 7.00 horas.
Reunidas con la Delegada del Gobierno
Recuerdan que todas cotizan a la Seguridad Social española y que nunca han tenido ningún problema con la Guardia Civil apostada en Benzú. Reconocen que han pedido a la policía marroquí que no deje pasar a los vecinos de la barriada española como medida de presión para poder ver el camino de casa al trabajo abierto nuevamente. Ahora mismo, dos representantes del grupo se están reuniendo con la Delegada del Gobierno, Salvadora Mateos. Protestan que desde la administración estatal no han recibido respuesta a sus quejas formuladas oficialmente hace diez días.