La decisión de la Delegación del Gobierno de cerrar definitivamente el paso fronterizo de Benzú no ha gustado ni al vecindario de marroquí ni al español. En la redes sociales, los y las caballas han mostrado su solidaridad con las trabajadoras de Beliones
«Rompe un derecho histórico de paso», afirma un usuario de Twitter en las últimas horas . Los comentarios a las noticias de todos los medios apuntan un desacuerdo con la Delegación del Gobierno, que no ha dado explicaciones exhaustivas sobre la inseguridad que conlleva mantener el paso fronterizo abierto para el centenar de trabajadoras de Beliones. La primera frase que exclama la presidenta de la Asociación de Vecinos de Benzú, Rahma Mokhlis, es que «lo que les perjudica a ellas, nos perjudica a nosotras«. Y no solo por el componente fraternal y familiar que hay entre ambos lados de la Frontera.
Mokhlis señala que la línea de autobús que une la barriada con el centro ha visto como se han recortado los horarios de autobús, pero que las idas y venidas de las trabajadoras le daban vida. Además, afirma que las tiendas y la farmacia de Benzú tienen mucha clientela marroquí. Los vecinos y las vecinas de la barriada no entienden que se arguya «seguridad» para no dejar pasar a unas trabajadoras que «nunca han creado ningún conflicto» y, en caso que las directrices vengan de Madrid, piden que se haga entender la peculiaridad de Ceuta.
Contactos en Delegación con las afectadas
Las trabajadoras de Beliones se reunieron ayer al mediodía con la Delegada del Gobierno, Salvadora Mateos, para comunicarle los problemas laborales y económicos que les supone tener que pasar por el Tarajal cada día. La incertidumbre de la Frontera les conlleva llegar tarde y arriesgarse a perder el empleo, así como perder dinero en transporte para llegar al paso fronterizo.