El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha llegado a Berlín en lo que podría ser su último viaje oficial a Europa como mandatario, justo antes de las elecciones presidenciales en su país. Durante su visita, Biden ha subrayado la importancia de que prevalezca la dignidad humana en Ucrania frente a la invasión rusa liderada por Vladímir Putin.
En su discurso, Biden ha reiterado la necesidad de mantener el apoyo internacional a Ucrania hasta lograr una paz duradera. ‘Ucrania tiene que ganar’, afirmó, destacando que aunque el coste es alto, es esencial seguir apoyando al país. Además, propuso utilizar los activos rusos congelados para reconstruir las infraestructuras ucranianas dañadas por el conflicto.
El presidente estadounidense se reunió con líderes europeos clave, incluyendo al presidente alemán Frank-Walter Steinmeier, el canciller Olaf Scholz, el primer ministro británico Keir Starmer y el presidente francés Emmanuel Macron. Juntos, reafirmaron la fortaleza y unidad de la OTAN en estos tiempos convulsos.
Originalmente, el viaje estaba programado para principios de octubre, pero fue pospuesto debido al huracán Milton en Florida. A pesar del retraso, Biden aprovechó la oportunidad para fortalecer las relaciones transatlánticas y abordar temas críticos como la situación en Oriente Medio.
En cuanto a Oriente Medio, Biden comentó sobre la muerte de Yahya Sinwar, describiéndola como un momento de justicia que podría abrir un camino hacia la paz. Tanto él como Scholz coincidieron en la necesidad de evitar una escalada mayor y buscar una solución basada en dos Estados.
Biden también hizo un llamado a intensificar las sanciones contra Irán, especialmente en sus sectores aéreo y petrolero, para frenar su influencia desestabilizadora en la región. Enfatizó la importancia de rechazar divisiones internas y agradeció a Scholz por tomar decisiones difíciles en momentos críticos.
Durante su visita, Biden recibió la Gran Cruz del Orden del Mérito de la República Federal de Alemania, un reconocimiento a su dedicación a la Alianza Atlántica. En su discurso de aceptación, recordó cómo su país y Alemania estaban en guerra cuando él nació, destacando el progreso logrado desde entonces gracias a la democracia y las alianzas.
Concluyó su intervención en el Palacio de Bellevue, instando a no subestimar el poder de la democracia ni el valor de las alianzas, afirmando que ‘nada está por encima de nuestra capacidad cuando trabajamos juntos’.